La columna de esta semana es lo que se llama en el mundo del periodismo un "refrito". Es decir, una noticia o información vieja ligeramente actualizada. Trata sobre los recobros y el Fosyga. Un escándalo que recientemente el gobierno del presidente Juan Manuel Santos denunció con todo el despliegue de medios y que durante la administración anterior ya habíamos alertado hasta el cansancio.
El artículo en cuestión es de RCN Radio y se titula "Las extrañas cuentas del sistema de salud" (marzo de 2010). Un reportaje del periodista Luis Eduardo González que demuestra que las denuncias contra la corrupción son de vieja data. Habla entre otras cosas de cómo la Superintendencia Nacional de Salud del gobierno de Uribe, le pidió a la Fiscalía que investigara a quince (15) Empresas Promotoras de Salud -EPS- que presentaron cuentas de cobro que podrían estar adulteradas y que les permitirían recibir millonarias sumas del Fosyga. Un fondo que como saben, es una especie de banco de la salud administrado por importantes fiducias.
Pues bien, estos movimientos sospechosos se detectaron durante los años 2008 y 2009, encontrándose enmendaduras, presuntas falsificaciones de firmas, correcciones con lapicero, posibles adulteraciones de fallos de tutela, cobros de años anteriores y cuentas hasta con cinco sellos de recibido en un mismo documento. Ante esto, el Fosyga informó convenientemente a la Superintendencia de Salud y a su vez ésta, trasladó la denuncia a la Fiscalía General de la Nación, enviando los documentos pertinentes.
Por otro lado, también queda claro que la Procuraduría también fue alertada por el Fosyga en un oficio del 30 de julio de 2009. En el documento se alerta sobre la sospecha de que se estuviera pagando hasta dos veces servicios recobrados por las EPS, diciendo textualmente que "se encuentran recobros presentados en un mismo período de radicación, en un mismo día, por la misma persona, de igual valor, igual fecha de prestación del servicio, igual medicamento, igual EPS pero en diferentes radicados, lo que podría generar pagos dobles o indebidos".
Lamentablemente, parece que esas denuncias no prosperaron, en su momento, en los correspondientes organismos de control. Pero no es cierto, justo ni acertado ignorar las denuncias que se tomaron durante el anterior gobierno e insinuar, como algunos lo hicieron, que somos los causantes del supuesto problema de corrupción, y digo supuesto, pues todavía está en investigación. De hecho, los problemas de los recobros fue la principal causa por las que declaramos la fallida emergencia social que tanto revuelo levantó en su momento pero que tanto hubiera ayudado a prevenir los problemas que se han venido denunciando.
Hay que tener mucho cuidado con los silencios cómplices, las medias verdades y los shows mediáticos. De vez en cuando es bueno echar mano de los refritos como éste.
Por que aquí no sólo está en riesgo el prestigio de cada uno de nosotros y del gobierno del presidente Uribe, sino que está en riesgo la legitimidad y legalidad de cada uno de los actores del sector y en general la sostenibilidad y el futuro del sistema de salud. Un sistema que con sus virtudes y defectos ha significado más de lo que algunos quieren reconocer. ¿O es que ya se nos olvidó cómo eran las cosas antes de la Ley 100?
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