Además de la posibilidad de un mejor resultado que le quitó el árbitro keniata Langat Kipngetich en el partido amistoso que perdió por 2-1 con Sudáfrica, la delegación de Colombia abandonó ayer, aburrida, la sede de la Copa Mundo 2010.
La comitiva fue víctima de los "cacos", que la despojaron de dinero en efectivo (2.750 dólares) que estaba en las maletas, según el diario Times, en versión que emitió la agencia Efe.
"Dos empleadas del hotel Hyde Park Southern Sun, al norte de Johannesburgo, fueron arrestadas por, supuestamente, desvalijar a los jugadores latinoamericanos", señaló el despacho.
A pesar del hecho, el equipo nacional, que orienta el técnico Hernán Darío Gómez, trabajó ayer por la mañana en el campo del Old Parks Sports Club y en horas de la noche emprendió su ruta hacia Londres, donde mañana, a la 1:30 p.m., se medirá en otro compromiso amistoso, esta vez ante Nigeria.
Juan Felipe Mejía, periodista de la delegación, informó que el volante boyacense Freddy Guarín, "quien sufrió una distensión en los isquiotibiales izquierdos", dejó la Selección y se fue para Portugal con el fin de realizar la recuperación con el Oporto, su club de origen.
Tras el duelo en territorio sudafricano, en Colombia quedó buena impresión por el desempeño del conjunto tricolor que no pudo llevar a la gira a varios de sus mejores hombres por diferentes circunstancias. Uno de los que convenció en el Soccer City fue el mediocampista Giovanni Moreno, del Atlético Nacional, autor del gol criollo, de tiro penalti.
"Hemos avanzado en el orden táctico... Colombia hizo un primer tiempo ordenado, teniendo en cuenta que llevamos dos días de trabajo y que apenas nos estamos volviendo a conocer", apuntó el Bolillo en rueda de prensa, a la que no asistieron los jugadores por su molestia con el arbitraje.
En relación con la etapa complementaria, Bolillo advirtió que los errores del juez sacaron del partido a sus dirigidos y que por eso el equipo perdió un poco de claridad.
Para el juego de este domingo, frente a los nigerianos, en la capital inglesa, el segundo de la nueva era de Gómez con la Federación Colombiana de Fútbol, se espera que le dé continuidad a la mayoría de sus hombres, pues la intención es inyectarles un estilo.
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