El Consejo Ejecutivo del Fondo Monetario Internacional (FMI) decidirá el próximo 11 de mayo si aprueba una línea de crédito por valor de 10.400 millones de dólares para Colombia. La ratificación del pacto está virtualmente garantizada después de que el G-7, que agrupa a los principales accionistas del FMI, dio su apoyo a la solicitud de Colombia en su última reunión, que tuvo lugar a finales de abril en Washington.
El Gobierno de Bogotá ha solicitado la llamada Línea de Crédito Flexible, como un fondo de reserva al que echar mano en una situación "de extrema dificultad" si se agrava la crisis.
Este programa está destinado a países con buenas políticas económicas y no les exige que lleven a cabo reformas o alcancen metas específicas, como los acuerdos tradicionales del organismo.
Los recursos permiten que los países enfrenten la escasez de crédito fruto de la crisis que abate a las economías del mundo. México inauguró la línea en abril, cuando el Consejo Ejecutivo de la entidad le aprobó una dotación de 47.000 millones de dólares, la mayor cantidad destinada a un país de la historia de la institución.
El miércoles próximo, el directorio decidirá sobre la petición de Polonia de recibir su propia Línea de Crédito Flexible, por valor de 20.500 millones de dólares en su caso, una operación que también cuenta con el apoyo del G-7.
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