El martillo va a sonar. Los 42 objetos (que esta noche pueden ser más) esperan. El caballo de alambre se mueve un poco, hacia adelante. Y el señor de chaleco de letras no deja de mirar hacia al piso.
El dinero va para los programas de educación y cultura que desarrolla el Museo de Arte Moderno de Medellín. Los objetos irán para la casa del que ponga la mejor cifra, después de que Ricardo Barreneche, "el maestro de las subastas" como dice Julián Posada, diga quién se lo llevó. El mismo Barreneche será el encargado comentar las piezas.
La Subasta del Mamm se realiza por tercera vez y hace parte de los eventos para celebrar el segundo año del museo en su sede de Ciudad del Río. En esa en la que ha ido consolidando proyectos educativos, culturales y expositivos, dentro de los que están los que se beneficiarán con la puja de esta noche.
Programas que acercan el arte a niños y a jóvenes de estratos 1, 2 y 3. En este 2011, entre enero y septiembre, 86.029 de ellos, con los aportes de la subasta del año pasado, vivieron la experiencia. La idea es que en el 2012 suceda igual.
De compras
Son un poco más de 40 artistas los que este año se vincularon. Juliana Restrepo, la directora del Mamm, destaca la participación. "No hay artistas que digan que no".
Quienes pueden, donan su obra. Otros es de proporción 70/30, 50/50. Depende. Hay que reconocer los materiales, por ejemplo. Todos "ayudan a que el museo siga su labor". Y es una posibilidad de promoción de sus propuestas.
Los objetos a subastar son de arte y diseño. Por eso están desde el Caballo, de Alejandro Castaño, hecho en hierro soldado, hasta el vestido rojo con volumen en la parte frontal del diseñador de modas Camilo Álvarez.
La novedad de este año es que están participando artistas de Bogotá. Y si bien hay algunos nombres que apenas están tomando fuerza, vienen otros que tienen reconocimiento, como Hugo Zapata.
Las marcas también participan. Una nevera Cava de vinos de Haceb fue intervenida con las imágenes de la colección Mamm y una moto de la marca Kymko, con las ilustraciones de Marcela Restrepo, una paisa que vive en Sidney y a quien le gusta trabajar con el lápiz y el papel y a veces da toques de color con el computador. "Me gusta el propósito de la subasta y además intervenir una moto es algo que nunca he hecho. Me gusta la oportunidad de explorar en otros formatos diferentes al papel, lo veo como un experimento temerario".
Ejemplos, pero cada objeto guiña el ojo. Y si no que lo diga el Puma con flores, hecho a mano con tela, dibujo de Catalina Estrada, en versión de Puro Corazón.
Los precios son amplios. Hay piezas desde cien mil pesos y otras de más millones. El promedio es $900.000. "Tampoco es lo tradicional. Es la posibilidad de comprar", cuenta Julián Posada. Y un proyecto con el que el Mamm busca acercar el arte a la comunidad.
El martillo va a sonar. Tal vez en la silla blanca no se siente nadie. Alguien se la va a llevar, aumentará la suma, la pondrá en un sala y un niño, después, va a sonreír.
Pico y Placa Medellín
viernes
0 y 6
0 y 6