Luis Amaranto Perea lloraba de la emoción. "Esto es muy bonito, mirá como está la gente, cómo estamos nosotros. Esta es una alegría gigante", sostiene uno de los hombres que más ha ganado, pero que también más sintió la victoria de Colombia, y ese aroma a Brasil que desde anoche ronda en el aire.
Amaranto fue uno de los más emocionados de una Selección que festejó con el baile de Pablo Armero en la mitad de la cancha. El festejo ratificó que se sienten en el Mundial, aunque algunos fueron cuidadosos con sus palabras.
"Más que todo se celebran esas ganas y esa verraquera que mostramos en el terreno de juego. Todavía tenemos que ir a jugarnos otra final a Uruguay; entonces nos vamos a mantener concentrados", explicó Camilo Zúñiga, quien trató de bajarle decibeles al festejo adelantado. Lo cierto es que a Colombia solo la sacan del Mundial un capricho de las matemáticas y una catástrofe del fútbol en los próximos partidos. Por eso, hay espacio para las lágrimas de Amaranto. "Esto es pura felicidad".
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