Algo muy colombiano: tener montada la fiesta antes de los resultados. Eso pasó en Medellín, con negocios y bares con banderas de Colombia y fiestas de celebración, pero que fracasó por la derrota de Colombia ante Venezuela.
"Es un martes, de Semana Santa, con gente en vacaciones, pero se tenía la esperanza de buena gente viendo el partido. Y así pasó, pero el resultado no fue bueno para el ánimo", dice Mario García, mesero de uno de los bares de El Poblado, que puso el partido en pantallas gigantes, pese a lo duro de la jornada.
Para el aficionado de a pie, quedó el sinsabor de perder contra un rival que no es clásico, pero da rabia no ganar. Para Carlos Vásquez, "da piedra perder, y más con Venezuela".
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