A todo o nada. En estas instancias del festival del Ponyfútbol las jornadas se juegan con el corazón. Los niños tienen sueños que de a poco se vuelven realidad.
Aunque para algunos llegar a la instancia final no será posible, saben que el hecho de participar es el mejor premio. Durante el torneo los 32 equipos dejaron todo en la cancha. Las ilusiones, los goles y la alegría se complementaron con el ambiente deportivo e hicieron gozar a los espectadores que visitaron la tribuna de la Marte 1.
Ahora quedan un par de jornadas decisivas en las que solo dos equipos tendrán tiquete para la final. La gran virtud que ha tenido el Ponyfútbol y en la que coinciden los técnicos y delegados semifinalistas, es el buen nivel que se ha exhibido en la cancha.
Los elencos están en igual nivel de posibilidades y cada uno cuenta con virtudes técnicas que marcan diferencias, mas no para sobrepasar a sus rivales.
Según Fernando Escobar, delegado de Itagüí, la edición 26º del festival que organiza la Corporación Deportiva Los Paisitas, es quizá uno de los años en el que se ha visto el nivel más parecido, en lo deportivo, entre todos los equipos.
"Todos son muy parejos; no hay favoritos y eso se nota en lo disputado que resulta cada encuentro que se juega", precisó Escobar. Aumentan las emociones, el Pony se vive y se goza, como hoy con los duelos El Faro-Cristo Rey y La Francia-Itagüí.
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