Más genes que los humanos, el buen cacao acaba de mostrar su verdad al mundo al ser secuenciado su genoma por un equipo internacional.
Desahuciado por saber bueno, el cacao fino o Criollo, Theobroma cacao, fue domesticado hace cerca de 3.000 años en Centroamérica por los mayas, siendo uno de los cultivos más antiguos en ser aprovechado por el humano.
Hoy los cultivadores prefieren cultivar un cacao híbrido, debido a su mayor resistencia a las enfermedades. "La producción de cocoa fina se estima en menos del 5 por ciento de la producción mundial debido a su baja productividad y la susceptibilidad a enfermedades", de acuerdo con Mark Guiltinan, de Penn State University, que trabajó en el equipo de científicos de 18 países.
Los científicos reportaron en el último número de Nature Genetics que los "consumidores han mostrado un interés creciente por el chocolate de alta calidad hecho con cocoa de elevada calidad y por el chocolate negro con alto porcentaje de cocoa, tomando en consideración también criterios ambientales y éticos en la producción de cocoa".
El grupo identificó una variedad de familias de genes que pueden tener impacto futuro en el mejoramiento de los árboles de cacao y en la fruta, aumentando sus atributos o proveyendo protección contra enfermedades por hongos e insectos.
"Nuestros análisis del genoma del Criollo ha descubierto las bases genéticas de caminos que conducen a los más importantes rasgos de la calidad del chocolate -aceite, y la biosíntesis de flavonides y terreno", indicó Siela Maximota, profesora en Penn State y miembro del equipo. "También se produjo el descubrimiento de centenares de genes potencialmente involucrados en la resistencia a patógenos, los que pueden ser usados para acelerar el desarrollo de variedades élite de cacao en el futuro".
Como el Criollo es autopolinizado, posee dos formas idénticas de cada gen, siendo una variedad propicia para secuenciar el genoma con precisión.
Ensamblado el 84 por ciento9 del genoma se identificaron 28.798 genes que codifican por proteínas. Se asignó el 88 por ciento ó 23.529 de esos genes codificadores de proteínas a los 10 cromosomas del cacao.
En comparación, el genoma de la fresa salvaje, que también se acaba de secuenciar, posee unos 35.000 genes. Los humanos poseemos alrededor de 23.000.
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