Puedo asegurar que los habitantes de Medellín que tanto criticaron la celebración del Bicentenario y sus juegos pirotécnicos en la avenida del río, vistos y celebrados por no menos de 700 mil personas, no querían disfrutar la Feria de la Flores, pues les parecía una falta de sensatez invertir tantos miles de millones de pesos, habiendo tantas personas de la ciudad que se acuestan sin comer, con tantas familias sin un techo, con tantos desempleados.
Seguramente, muchos se quedaron toda la semana de feria en sus casas y no celebraron la fiesta tradicional de los paisas. Una fiesta llena de color, de alegría, de integración y por supuesto de flores, porque Medellín cada año florece y nos entrega una semana de goce y felicidad, en la que toda la familia puede disfrutar.
Pero a escasas horas de terminar la festividad, la presencia del público ha sido masiva en el Festival de la trova, Cabalgata, Humor city, Orquídeas, pájaros y flores; Arrieros, mulas y fondas y claro, lo será mañana en el tradicional Desfile de silleteros.
Quisiera recordarles a todos los críticos del espectáculo de luces del pasado 19 de julio, que con esta inversión que se hizo para brindarle a la ciudad una celebración a la altura de las mejores del mundo, no se vio afectado ninguno de los programas sociales en los que se apoyaron para criticar los juegos pirotécnicos.
Siguen en construcción los jardines infantiles, los colegios de calidad, se está entregando diariamente desayuno y almuerzo en los restaurantes escolares de 480 instituciones educativas, las obras de infraestructura siguen en marcha, obras que han posicionado a Medellín como una de las mejores ciudades del mundo, la atención a los desplazados continúa siendo la mejor del país, los habitantes de la calle tienen cada día sus oportunidades.
Los invito a reflexionar un poco más, antes de oponerse a todo lo que hace un gobernante, no podemos continuar en Colombia con una oposición sin argumentos, que ataca a las personas y busca hacerles daño, ya bastante tenemos con la violencia que solo nos ha dado 40 años de paz en dos centenarios de historia independiente. Vamos Medellín, vamos paisas, a gozarnos lo que queda de la Feria de las Flores, hagámoslo en paz, en familia, con cordura y mesura; nada de excesos, que las risas inunden nuestras calles, que la alegría sea el sentimiento que caracterice a la ciudad en esta semana que nos regala y que esta feria sea la mejor de todas.
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