Personal idóneo, sistema de caja única y un sistema satelital para el seguimiento de las rutas son claves en el éxito de Cootrasana.
Hace 50 años bastó la pujanza de 30 conductores para que naciera la Cooperativa de Transportadores San Antonio. Hoy, ese mismo tesón hace de Cootrasana una empresa pionera en el transporte en el Valle de Aburrá, líder en la prestación del servicio y especialista en la gestión de la flota.
Sus 719 empleados son el más valioso de los recursos de esta cooperativa, reconoce su gerente Javier Castaño: “Los conductores están todos vinculados directamente con la Cooperativa, con un salario fijo, su seguridad social y sus prestaciones”.
Además, en estas cinco décadas, Cootrasana supo poner a la tecnología y la innovación de su lado.
Luego de una visita a Curitiba (Brasil), implementó el modelo de caja única o caja de compensación, que es un sistema que permite distribuir de forma equitativa los ingresos provenientes de una ruta transportadora, de una cuenca o corredor vial, desmontando la competencia que se genera entre conductores por obtener un mayor número de usuarios y por ende más ingresos en forma individual. A su vez, se generan mejores controles de viajes, pasajeros y gastos, logrando centralizar la información para efectos del control administrativo y estadístico.
TODO BAJO CONTROL
Hoy por hoy, los 300 vehículos de las diferentes rutas Cootrasana están vigilados satelitalmente. Con este sistema es posible hacerles seguimiento a todos, velar por el cumplimento de los recorridos y las velocidades de los automotores para seguridad de los conductores, tranquilidad de los pasajeros y propietarios durante todo el día, ya que el servicio de Cootrasana es de 24 horas.
“Nosotros montamos la administración de la flota para saber dónde está el carro, a qué velocidad va, el número de viajes, si tiene o no sobrecupo, si llevan las puertas abiertas o si abandonó la ruta”, afirma el gerente.
POR LA CALIDAD
La Cooperativa, en la búsqueda de la excelencia y calidad de su servicio, construyó, con sus propios recursos, su depósito de buses: 15.000 metros cuadrados que le permiten tener un control exhaustivo sobre la seguridad y las condiciones técnico-mecánicas de los vehículos que, además, pasan por la supervisión de la serviteca Cootrasana. Tiene, también, dos estaciones de servicio, una interna, que surte de combustible a todo el parque automotor y una externa, que presta el servicio a los habitantes del corregimiento de San Antonio de Prado.
Cuenta, además, con el programa de Alistamiento, un servicio ágil y oportuno en el que tres personas lavan un carro en 20 minutos en promedio, alistadores son contratados por la Cooperativa, con salario y prestaciones sociales, “eso es parte de nuestro compromiso social”, afirma Castaño.
Y, como parte de su compromiso con la seguridad de usuarios y propietarios, Cootrasana posee su propia escuela de conducción, en la que se compromete a tener conductores responsables en la vía. También promueve al personal de alistamiento para que sean los próximos conductores de la Cooperativa, capacitándolos en el tema específico y en la medidas preventivas del parque automotor.