Terminales Medellín le apuesta a un sistema de cámaras, vigilancia privada y de la Policía, y un centro de monitoreo con el que promete total tranquilidad a los pasajeros.
Las Terminales de Medellín son los puntos de partida hacia diferentes destinos del departamento y del país, los primeros sitios de la ciudad donde arriban turistas y, sobre todo, los lugares por donde viajan los sueños y se propician los encuentros de muchas personas.
Por eso, concebir su modernización de una manera integral es un objetivo con un gran componente humano y de servicio al que le apostó el gerente de Terminales Medellín, Carlos Alberto Molina Gómez, y que abarca la implementación de un sistema de cámaras de seguridad y de un centro de monitoreo con tecnología de avanzada, del que hoy son pioneros en Colombia.
“Trabajamos en modernizar las terminales para darle mayor comodidad, seguridad y tranquilidad a los usuarios, de modo que puedan acceder con facilidad a todos los servicios”, refiere Molina Gómez.
Y es que la terminal de transporte del norte Mariano Ospina Pérez, cuenta hoy con un sistema de 39 cámaras de seguridad de alta definición (HD), cuyo costo fue de 500 millones de pesos, y se instalarán otras 61 cámaras, con una inversión adicional de 860 millones de pesos, para completar un total de 100 cámaras en ambas terminales.
De acuerdo con el gerente, las 39 cámaras de vigilancia están distribuidas en los cuatro pisos de la terminal de transporte del norte, en los patios operativos, en las plataformas de llegada y salida de vehículos, en los parqueaderos, en las salas de espera y en el acopio de taxis, para cubrir la totalidad de las instalaciones.
SEGURIDAD INTEGRAL
Este sistema de vigilancia lo complementa un centro de monitoreo y control, enlazado con la Policía Nacional, que funciona de manera permanente, y que está equipado con cuatro monitores HD de 46 pulgadas cada uno, el cual es operado por personal de vigilancia privada contratado y supervisado por Terminales Medellín.
Según el gerente, éste presenta un cambio sustancial al pasar de grabaciones que se conservaban solo durante ocho días, a videos con una permanencia superior a 90 días, lo que permitirá un mayor control y más posibilidades de recurrir a las imágenes para detectar a quienes cometan un hecho ilícito dentro de las terminales.
Otro de los componentes para lograr la seguridad en las terminales le apunta a fortalecer la vigilancia privada. En este sentido Molina Gómez precisa que se aumentó el grupo de 19 vigilantes a 38.
Por otro lado, se pasó de tener 25 efectivos de la Policía en las dos terminales, a contar con el apoyo de 75, a partir de un convenio en el que la entidad aporta 120 millones de pesos al año, que benefician a 258 Policías bachilleres, y se construyó un CAI para la Policía Nacional en la terminal del sur Alberto Díaz Muñoz, que permite tener más vigilancia y control por parte de esa institución.
Los resultados de esta idea gestada para contribuir con el propósito de hacer de Medellín una ciudad más segura ya empiezan a ser visibles. Y es esto lo que le permite al gerente decir con toda tranquilidad que “hoy se tienen unas terminales totalmente seguras”, aunque considera que todavía se puede trabajar más a futuro, por ejemplo, en la implementación de un sistema de escáner para el control de maletas.
“Queremos transmitir un mensaje absoluto de seguridad para que la gente pueda tener la tranquilidad de estar en unas terminales totalmente controladas y seguras, donde a través de las cámaras vamos a tener la posibilidad de revisar la acción de cualquier persona”, concluye Molina Gómez.