Lo que hicieron las guerras lo remienda el fútbol. Un puñado de nuevas naciones, que originalmente no vieron el nacimiento del fútbol, hoy son animadoras del Mundial de Sudáfrica-2010.
Los nuevos países que dejó el fin de la llamada Cortina de Hierro, así como las guerras independentistas balcánicas, hacen que cinco de los clasificados al Mundial sean naciones que ni existían en el momento de crearse la Copa Mundo, por allá lejano 1930.
De las cinco, dos suenan tradicionales, pero en su tiempo hicieron parte de una nación que ni se interesaba por el fútbol: Corea.
Tras la Segunda Guerra Mundial, la antigua y unida Corea dividió su territorio en lo que hoy en día se llaman República Popular Democrática de Corea, conocido también como Corea del Norte, y la República de Corea, conocido como Corea del Sur.
Ellos, como país unido, nunca participaron en una Copa del Mundo. Es más, ni siquiera se presentó a eliminatorias. Solo en la posguerra, con el meridiano 38 separándolos, hicieron sus primeros intentos de ingresar a la fiesta del balompié.
Corea del Sur es un habitual visitante. Pero sus vecinos del Norte no. Solo en 1966, cuando dieron la gran sorpresa al vencer a Italia en una confrontación que sirvió hasta para documentales, pusieron en el mapa a los norcoreanos, más reconocidos por amenazas nucleares que por goleadores o fuertes defensores.
Otro par de "nuevos nombres" pertenecen a la vieja Yugoslavia, que tras el fraccionamiento luego de las primeras independencias de 1991 y las guerras que la subsiguieron, aporta al nuevo mapa del balón.
La medio-debutante es Serbia. Tras el desmembramiento de Yugoslavia, las repúblicas de Serbia y Montenegro se agruparon en torno a la República Federal de Yugoslavia, estado que cambió de nombre al de Serbia y Montenegro en 2002. Bajo ese nombre llegó a jugar el Mundial de Alemania 2006, con una selección llena de serbios. Lo curioso: participaron en ese Mundial sin existir como nación.
El 3 de junio de 2006, Montenegro declaró oficialmente su independencia, y el 5 se declaró la disolución de dicha federación. Aunque el país había desaparecido, el equipo de Serbia y Montenegro se mantuvo para participar en el Mundial. Y fueron eliminados en primera fase.
Serbia es considerada por la Fifa como sucesora oficial de las selecciones de Yugoslavia y Serbia y Montenegro.
Su "hermana" es Eslovenia, que nació en 1991 tras la Guerra de los Balcanes. Antes, los eslovenos jugaban en la Selección de Yugoslavia, que fue a 14 mundiales, aunque solo un puñado de esos seleccionados pertenecían a ese territorio. Esta vez completará su segundo Mundial (2002).
La debutante absoluta
Eslovaquia nunca ha estado en un Mundial. O, por lo menos, en solitario. Antes, como apéndice de Checoslovaquia, aportaba algunos hombres que nunca fueron grandes figuras. Hoy tiene equipo propio y debutará en Sudáfrica.
Con tantas participaciones en eliminatorias como fracasos, Eslovaquia se encargó de mantener el hito de que en cada Copa del Mundo siempre hay un debutante. Son ellos.
Bahréin, Gabón o Bosnia llegaron hasta el repechaje, querían compartir ese atributo pero no pudieron. Ahora, los eslovacos, con su capital Bratislava y no pendientes de los caprichos de la gran Praga, van solos. Se soltaron la mano y van independientes. Cosas de la geografía política.
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