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HISTÓRICO
La morgue de Caucasia no da abasto
Juliana Eusse Guerra | Publicado
La morgue de Caucasia es pequeña para la cantidad de cadáveres que recibe de esta localidad y municipios vecinos del Bajo Cauca, la región de Antioquia con el mayor incremento de homicidios en 2009.

Jameth Pacheco, médico forense del municipio, señala que "aquí hay solo una mesa para necropsias y dos cavas, y en promedio realizamos dos necropsias diarias".

Para José Iván Gómez, director de la regional Occidente de Medicina Legal, lo que hace falta en Caucasia es más compromiso de las autoridades municipales y de los profesionales de la salud.

"Tenemos solo un perito y un auxiliar. Más que equipos, lo que necesitamos es mejorar las condiciones locativas y más apoyo de los médicos del hospital y de la administración municipal", indica.

Este periódico intentó contactar varias veces al alcalde de Caucasia, pero el funcionario no respondió a las llamadas realizadas.

Jarlyn David Urrego, gerente del hospital, dijo que la entidad y sus profesionales colaboran según sus recursos. "Las necropsias son obligación del Instituto de Medicina Legal, ellos deberían tener un presupuesto que alcance a cubrir la demanda de la región".

Según cifras de la Policía, entre el 1 de enero y el 25 de abril de este año en el Bajo Cauca han asesinado a 102 personas, mientras que en el mismo periodo de 2008 asesinaron a 46. El total de homicidios del año pasado fue 200, lo que situó a la región en el primer lugar de Antioquia.

Miedo y silencio
En Caucasia se ve, se escucha y se calla, dice Ana Lozano*, quien como el resto de habitantes del municipio le atribuye al miedo el silencio de la población al preguntar por la situación de orden público.

La razón del temor es el enfrentamiento de las bandas emergentes de alias "Sebastián" y del capturado alias "Mario", cuyo su sucesor en la zona aún es un misterio.

"Los rumores corren de barrio en barrio, pero nadie sabe nada cuando se les pregunta por un crimen", dice un investigador judicial que encuentra en esta actitud una dificultad para sus pesquisas.

Dicen que dos hombres en una peluquería, al escuchar a una mujer hablar del conflicto, obligaron al peluquero a dejarla calva y sin cejas, y le dieron a ella 24 horas para abandonar Caucasia. Historias como esta, no confirmadas, aumentan el temor.

El comandante de la Policía en Caucasia, capitán Nelson Alberto Mantilla, señala la astucia de los ilegales como su mayor dificultad.

"Los sicarios alquilan una casa en cada barrio, lo que les permite esconderse con rapidez una vez cometen un crimen y nosotros no podemos ingresar sin una orden de allanamiento", dice Mantilla.

Reconoce que el miedo tiene silenciada a la población: "La gente teme por su vida, porque quienes cometen los homicidios son personas del pueblo, jóvenes que nacieron y se criaron acá".
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