Jaime Garzón habló con humor de las cosas más serias del país y hace 10 años fue asesinado en Bogotá por quienes siguen usando la violencia como medio para silenciar a sus contradictores.
Volver a ver las imágenes de sus personajes es comprobar en el gran talento de Garzón lo visionario que fue y lo vigente que siguen sus personajes y sus voces críticas.
Muchas de sus puestas en escena, a través de Dioselina Tibaná, Godofredo Cínico Caspa o Heriberto de la Calle, parecen congeladas en el tiempo y adquirir vida con la misma facilidad con que el humorista las decía.
La investigación por su crimen también ha sido parte de lo que tantas veces denunció: la impunidad. Sólo que con justicia, ahora podemos volver a decir que Jaime Garzón nos sigue sacando una sonrisa entre tanto llanto.
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