x

Pico y Placa Medellín

viernes

0 y 6 

0 y 6

Pico y Placa Medellín

jueves

1 y 7 

1 y 7

Pico y Placa Medellín

miercoles

5 y 9 

5 y 9

Pico y Placa Medellín

martes

2 y 8  

2 y 8

Pico y Placa Medellín

domingo

no

no

Pico y Placa Medellín

sabado

no

no

Pico y Placa Medellín

lunes

3 y 4  

3 y 4

language COL arrow_drop_down

Escalada femenina en un deporte de riesgo

04 de marzo de 2009
bookmark

Sara es bajita, de cabello rubio y ensortijado. Cuando estaba más joven muchas veces soñó que volaba, y quería ser parapentista. Pero en la búsqueda de una academia de esta actividad, que es un poco costosa, se topó con la escalada y ahí se quedó.

En sus aventuras en las montañas, muros y rocas, atada a una cuerda y un arnés, encontró la forma de desfogar su energía y experimentar las sensaciones de sus sueños juveniles.

Esta mujer de ojos claros, se convirtió en pionera de este deporte extremo en Antioquia. Le tocó encarar sola un medio en el que predominaban los varones y hoy ve con agrado la presencia de más niñas, como se puede comprobar en la academia Altitud, en Belén.

La pasión por la escalada es tan grande en esta diseñadora que en su casa construyó un muro, en que pasa largas horas en compañía de sus amigos y de su compañero sentimental, el francés Jean Cristophe, a quien conoció en el medio deportivo.

De los aspectos que más destaca Sara Montoya, mientras toma un sorbo de agua, es que "esta disciplina exige movimientos armónicos y permite contacto con la naturaleza. Estar arriba y sentir el viento es algo maravilloso, hay un gran respeto" por medios agrestes y vírgenes.

Ana Paola Montoya, ingeniera de control y profesora universitaria de física, es una dama que practica tres veces por semana. Delgada, de cara pequeña, y simpática, cuenta que sus inicios fueron en el muro de la Unidad Deportiva de Belén.

El hecho de que haya pocas representantes de su género en la escalada no la inquieta, pues dice que es mejor, "pues los hombres lo cuidan y consienten más a uno".

Los callos que se forman en su manos por el contacto con las rocas tampoco la afectan porque la compensación es mayor. Como dice, "estoy aquí para vencer los miedos, y el respeto a las alturas es total".

Celebra que a ella le haya tocado la generación de "equilibrio de géneros", en la que las mujeres hacen lo que se proponen.

María Luisa Botero se "encarretó" por la escalada en un bazar de la Escuela de Ingeniería. Y empezó a entrenar en serio hace dos años. "Esto, más que un deporte, es un reto. Es emocionante alcanzar la cima, uno olvida que se puede caer, solo piensa en subir", dice esta ingeniera civil, de tez blanca.

Llegar a lo más alto de la montaña, del muro o de la roca es para ella el fruto del equilibrio, la concentración, la buena lectura de los pasos y el manejo del cuerpo que exige la escalada, un deporte en el que las mujeres van en ascenso.

Te puede interesar

¿Buscando trabajo?
Crea y registra tu hoja de vida.

Las más leídas

Te recomendamos

Utilidad para la vida

Regístrate al newsletter

PROCESANDO TU SOLICITUD