El ex general panameño Manuel Antonio Noriega será extraditado a Francia, donde está acusado de lavado de dinero, después de que el Tribunal Supremo de E.U. se negara este lunes a admitir su último recurso, afirmó su abogado Frank Rubino.
"Él ha agotado todas sus opciones legales. Tiene que ir a Francia", dijo a Efe Rubino, quien afirmó no conocer cuándo realizará el viaje. "Puede ser en una semana o un mes. No sé", señaló, si bien aún falta la firma del Departamento de Estado para que se produzca la extradición.
Noriega fue detenido tras la invasión de su país por fuerzas estadounidenses en 1989 y condenado en Florida en 1992 por ayudar al cartel de Medellín a introducir droga en Estados Unidos.
En septiembre de 2007 cumplió la sentencia, acortada por buen comportamiento, pero sigue desde entonces en una cárcel de Miami a la espera de que se resuelva su futuro.
Él quiere volver a su país, pero recibió un revés tras otro en las cortes. Su última esperanza estaba en el Tribunal Supremo, que decidió este lunes no aceptar su recurso, sin hacer comentarios al respecto.
Los jueces Clarence Thomas y Antonin Scalia, los magistrados más conservadores del Tribunal, se mostraron en desacuerdo con el dictamen.
Condena en Francia
En Francia el ex "hombre fuerte" de Panamá fue condenado en ausencia a diez años de cárcel en 1999 por lavado de dinero del narcotráfico, tras haber blanqueado 3,1 millones de dólares a través de bancos de ese país y mediante la compra de apartamentos en París.
El Gobierno francés accedió a darle un nuevo juicio una vez que llegue a su territorio, según documentos presentados en el proceso.
Mientras en Panamá, Noriega fue declarado culpable también en ausencia de diversos delitos, incluidos los asesinatos del líder opositor Hugo Spadafora y el mayor Moisés Giroldi, por los cuales fue condenado a 15 y 20 años de cárcel, respectivamente.
Sin embargo, dado que tiene más de 70 años podría cumplir la condena en arresto domiciliario. El juez William Hoeveler determinó que aunque Panamá solicitó la extradición de Noriega, "no la ha impulsado activamente".
Rubino apunta que si Panamá hubiera querido, había logrado la extradición, pues los cargos contra él allí son más graves que los que afronta en París.
"Francia le está haciendo un favor a Panamá", dijo el abogado, que afirmó que ese país no desea recibir a Noriega. "Hay un grupo de políticos paranoicos que temen que revele secretos sobre sus actos sucios de corrupción", denunció Rubino.
En cambio, en diciembre el Gobierno de Panamá insistió en que mantenía el interés por lograr la repatriación del ex general, que fue jefe de Estado de facto desde 1983 hasta 1989.
