Tiene que estar uno acá, para sentir como vibra el pueblo apartadoseño con su selección. Lo del triunfo ante Colombia que valió el paso a la final, generó una locura colectiva, tal como ocurrió anoche en la final Apartadó-Innovar.
Y si los días anteriores al compromiso Apartadó-Colombia, el coliseo Antonio Roldán había sido pequeño, el de la noche del jueves presentó sobrecupo. Hasta hubo que cerrar las puertas.
Y muchos se tuvieron que quedar afuera y luego mascarse la rabía de no ver el triunfo ante el amplio favorito, Colombia, por no haber madrugado.
Lo de la Copa Libertadores de fútbol de salón en Urabá, dejó claro que estos certámenes tienen amplia aceptación en municipios fuera de Medellín y que la población tiene la posibilidad de ver un certamen de calidad.
Por eso, se presagiaba algo similar en el cotejo por el título ante Innovar -que se jugaba anoche- y que prácticamente era un duelo entre conocidos, porque la base de ambos, tiene nombre: jugadores de Bello.
Por lo visto en los dos compromisos del jueves, Apartadó se daba como el favorito, además, porque la ventaja la tiene el local que ha contado con un amplio respaldo y si sus jugadores ponen el mismo empuje y ganas dentro del campo, lo más seguro es que se lleven los 2.500.000 pesos que hay para el ganador.
Yeison Castañeda, uno de los goleadores del torneo y máxima figura de Innovar, y Diego Muñoz, arquero menos vencido e integrante de Apartadó, figuraron entre los mejores del torneo.
Igual, fue la oportunidad para el técnico Rubén Darío Pulgarín que guió con lujo de detalles a la final a Apartadó en el sueño de ser campeón.
Lo del público fue capítulo aparte, llenos todos los días, pero se le agrega que en Apartadó la mayoría de equipos mostraron un alto nivel, dejando claro que en Bello está el mejor fútbol de salón que tiene Antioquia, porque en la cancha había mayoría bellanita. En todo caso, la fiesta la hizo y se la gozó, Apartadó.
Pico y Placa Medellín
viernes
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0 y 6
