"Soy Colombia". Esa fue la frase que escribió ayer Santiago Giraldo en la pantalla de una de las cámaras que grabó, quizás, el hecho más importante como tenista, hasta hoy, al vencer, en los octavos de final del Mastes 1.000 de Madrid, al primer top-10 de su carrera deportiva, el británico Andy Murray, ocho del mundo, 6-3 y 6-2.
Pero no solo eso. Acabó con una racha de 19 caídas ante rivales del top-10 -incluyendo seis veces con Rafael Nadal, con quien podría volverse a ver en este mismo torneo si pasa a semifinales-, e inscribió su nombre como el primer colombiano en clasificarse a cuartos de un Masters 1000, que es el segundo en importancia detrás de los cuatro torneos del Grand Slam.
Santiago pegó un brinco en la cancha, y con su mano derecha empuñada demostró su alegría. "Los resultados tenían que llegar, y ahora hay que tratar de abrir el camino, para que la base del tenis quede sembrada en Colombia", reconoció momentos después de apuntarse el triunfo, el primero en diez años ante un grande.
Para él, sin embargo, el camino sigue. Hoy, en procura de un puesto en semifinales, enfrenta al español Roberto Bautista (45 ATP), ante quien nunca se ha medido. "Es solo el comienzo", trinó Juan Sebastián Cabal, uno de sus compañeros del equipo de Copa Davis. Y es así, sus progresos son evidentes y como lo reconoce el propio Giraldo "quiero aprovechar este momento y no dejarlo ir".
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