Las conversaciones para solucionar el conflicto por las regiones separatistas georgianas con apoyo de Moscú fueron suspendidas el miércoles hasta el próximo mes, luego de que diplomáticos fracasaran en acordar a quienes se les permitiría tomar parte.
El punto de fricción fue si se les debería permitir a representantes de Osetia del Sur y Abjasia participar y bajo qué formato.
Rusia y Georgia se enfrentaron en una guerra de cinco días en agosto y permanecen distantes por el conflicto sobre las dos provincias separatistas georgianas que Moscú reconoce como estados independientes bajo su protección.
"Los rusos y los georgianos no estuvieron en una reunión formal al mismo tiempo, no estuvieron en la misma sala al mismo tiempo", dijo el subsecretario de Estado para Asuntos Europeos y Euroasiáticos, Daniel Fried, en un informe.
Estados Unidos, que ve a Georgia como un aliado en la volátil región del Cáucaso, también tomó parte en las conversaciones.
Pierre Morel, el enviado especial de la Unión Europea para Georgia, dijo que se habían establecido provisionalmente nuevas consultas para el 18 de noviembre en Ginebra.
La Unión Europea (UE), las Naciones Unidas y la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE) habían organizado la reunión de un día, la cual esperaban que llevaran a conversaciones cada dos semanas para construir confianza y ayudar a resolver el conflicto.
Las conversaciones debían tratar sobre el cumplimiento de la tregua, temas de seguridad, el regreso de personas internamente desplazadas y los derechos humanos, decía un comunicado estadounidense.
Funcionarios rusos y georgianos dijeron que estaban dispuestos a hacer otro intento en las discusiones, pero está claro que los organizadores tienen un gran desafío para lograr que las partes dialoguen.
"Siempre hay dificultades cuando comienzas un proceso así", dijo Morel en una conferencia de prensa separada.
Culpas
Los esfuerzos diplomáticos por encontrar un formato aceptable para las conversaciones incluían un bloqueo informativo alrededor de la reunión, y una prohibición a los fotógrafos de tomar fotos de las delegaciones en su llegada al edificio de Naciones Unidas en la ciudad suiza de Ginebra.
En Bruselas el presidente georgiano, Mikheil Saakashvili, culpó a Rusia por el fracaso de las conversaciones del primer día.
"Rusia se ha retirado de las conversaciones de Ginebra (...) lo que básicamente significa que Rusia no tiene interés de ningún tipo en este momento en cualquier proceso diplomático", dijo a periodistas.
Pero el jefe de la delegación rusa, el viceministro de Relaciones Exteriores, Grigory Karasin, afirmó que la descripción de Saakashvili de los sucesos era "sólo una mentira".