El líder norcoreano, Kim Jong-il, falleció este domingo la televisión estatal del país comunista, KCTV.
Kim murió el pasado sábado 17 a las 8:30 a.m. hora local (6:30 p.m. del viernes en Colombia) a causa de "fatiga física" durante un viaje en tren, según un despacho de la cadena norcoreana recogido por la agencia surcoreana Yonhap.
Kim Jong-il, de 69 años, había sufrido una apoplejía en agosto de 2008 y desde entonces había numerosos rumores sobre su estado de salud.
Se cree que Kim sufrió una apoplejía en el 2008, pero aparecía relativamente vigoroso en fotos y videos de viajes recientes a China y Rusia, y en numerosas giras por el país cuidadosamente documentadas por la prensa estatal.
Se cree que el mandatario, conocido por su gusto por los habanos, el coñac y la cocina gourmet, tenía diabetes y enfermedades cardíacas.
Pocos datos del enigmático líder
En el extranjero, muchos consideraban al rechoncho Kim un dictador despiadado que buscaba producir armas atómicas mientras su pueblo se muere de hambre. Pero en el país, la prensa estatal elogiaba al "Querido Líder" como un general prodigioso y la "Estrella Guía del siglo XXI".
El retrato de Kim está colgado junto al de su padre en los hogares y edificios públicos norcoreanos, y sus escritos, mayormente elogios de la grandeza de su padre y llamados a la defensa del socialismo, son reportados y difundidos a diario por los medios electrónicos.
Los detalles biográficos sobre Kim son escasos. El líder norcoreano pocas veces aparecía en público y su voz era escuchada en escasas ocasiones. Pero desertores de Corea del Norte lo describían como un orador elocuente e incesante, principalmente ante unidades militares que forman la base de su apoyo.
Su llegada al poder
El esquivo Kim asumió el poder en 1994 luego de la muerte de su padre, Kim Il Sung, el dictador y fundador del país. Fue la primera transferencia hereditaria de poder en un país comunista, y ambos Kim son venerados en un profundo culto a la personalidad implementado por el régimen, que no tolera disenciones.
Kim Jong Il se centró en las fuerzas armadas en su credo político, dedicando gran parte de los escasos recursos del país a sus tropas: el Ejército del Pueblo, que con 1,1 millones de miembros es la quinta mayor fuerza militar en el mundo.
Esa política se reflejó claramente en los esfuerzos de Kim por producir armas nucleares, que culminaron con la primera prueba atómica norcoreana en octubre del 2006.
Corea del Norte sufrió hambruna y pobreza a mediados de la década de 1990 y se piensa que hasta dos millones de personas murieron después que se perdió la ayuda soviética, lo cual fue exacerbado por desastres naturales y métodos agrícolas anticuados.
Kim culpaba de los problemas a potencias extranjeras, y el país transmite a diario propaganda contra Estados Unidos y Japón.
Su imagen es conocida en todo el mundo: de corta estatura y regordete, usaba zapatos de plataforma y llevaba el cabello peinado hacia arriba para parecer más alto. Su vestuario solía consistir en trajes de kaki y gafas oscuras.
Se dice que era un fanático del cine y poseía unas 20.000 películas extranjeras. Al parecer produjo varias películas, mayormente epopeyas históricas con tono ideológico.