En un reciente Foro sobre sostenibilidad urbana organizado por la Red de Ciudades Cómo Vamos en Medellín , algunos de los temas más recurrentes fueron el de la coordinación interinstitucional y el fortalecimiento institucional. En ambos frentes el país tiene duros desafíos para poder avanzar hacia la sostenibilidad.
Tanto la coordinación como el fortalecimiento institucional están relacionados directamente con la información. Las autoridades ambientales presentes en el Foro evidenciaron que hay disparidades en el nivel de información con la que cuentan. Así, mientras la Secretaria de Medio Ambiente de Bogotá muestra información valiosa sobre diversos aspectos del ambiente, incluso cuenta con el Observatorio Ambiental de Bogotá, en Cartagena el Establecimiento Público Ambiental reconoce que por falta de recursos no cuenta con una línea de base ambiental, lo que limita la construcción adecuada de indicadores que permitan evaluar las políticas públicas.
Esto se hizo evidente con la medición de calidad de vida realizada por el Consejo Privado de Competitividad en 2009, en el que el componente ambiental no se incluyó dentro del índice construido por falta de información para algunas de las 15 ciudades que entraron en el análisis. Esto mismo ocurre en la Red de Ciudades Cómo Vamos, que no ha logrado comparar indicadores ambientales porque en la mayoría de las seis ciudades que la conforman no hay información disponible.
De acuerdo con los diagnósticos que las instituciones ambientales realizaron para el Foro, los problemas van desde el ámbito central hasta local.
En el central, de acuerdo con el Área Metropolitana del Valle de Aburrá -AMVA-, y la Secretaría de Ambiente de Medellín, el Dane, "como entidad nacional que regula y produce la información oficial sobre el territorio, consulta poco las necesidades de información que tienen las entidades territoriales y tampoco propicia espacios de concertación para compartir recursos y gestionar conjuntamente la información".
En general, falta coordinación entre las instituciones que producen información o no se comparte porque no se cuenta con metodologías y estándares para el intercambio de información. Una de las consecuencias de esta situación es que se formulen políticas, planes y programas demasiado generales.
Justamente, la falta o debilidad en la cultura de la medición por parte de quienes formulan y ejecutan las políticas públicas, de acuerdo con el AMVA y la Secretaría de Medio Ambiente de Medellín, lleva a que los procesos de recolección, almacenamiento, análisis y divulgación de información pierdan importancia y se perjudique a quienes les corresponde evaluar las políticas.
El aspecto financiero también fue destacado por la mayoría de las entidades ambientales participantes como una limitante para la producción de información y, por ende, para el fortalecimiento institucional. Al contar con pocos recursos carecen de personal, adquisición de tecnología y producción de información suficiente.
En el caso del AMVA, específicamente, la escasez en el recurso humano de planta ha llevado a que se recurra constantemente a la figura de la contratación, con lo cual se produce discontinuidad en la producción de información.
En conclusión, existe insuficiencia de información relevante en lo ambiental en el país y la poca que existe no se comparte, por falta de sinergias o porque las metodologías de medición difieren. Las consecuencias en términos de la definición, diseño, ejecución y principalmente de evaluación de la política pública no son buenas. Ese es el principal reto que enfrentaremos en el corto y mediano plazo.
* Coordinara del Programa Medellín Cómo Vamos.
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