Mientras se usaban las camisas con hombreras, las prendas de cara feliz, el copete de Alf y todo lo que estaba de moda en los 80 y principios de los 90, se puso de moda una saga de películas titulada "La venganza de los nerds". Las cuatro películas que recurren a la comedia para contar las maldades que se hacen los sabelotodos o nerds y los cabezas huecas populares, en una universidad estadounidense.
Casi 30 años después con la Sociedad del Conocimiento, el mundo dignifica los sabelotodos como los dueños del recurso económico preponderante: el conocimiento. Esta semana leí en internet que Facebook y Twitter son los equivalentes actuales del boom del consumo de las gaseosas cuando aparecieron.
En vista de ello y con el ánimo de incentivar en los estudiantes el interés por las ingenierías y ciencias básicas, la Secretaría de Educación y Ruta N tienen un proyecto en el marco del programa de Jornada Complementaria. Se trata de formación en principios de ingeniería, robótica y nanotecnología, dirigida a los jóvenes de 9° a 11° de las instituciones educativas públicas de la ciudad.
La idea es cambiar el referente y paradigma cultural frente al conocimiento y a quienes hacen conocimiento, ¡Toda una venganza de los nerds… ¡Que nuestros escolares quieran ser científicos e innovadores en lugar de bandidos… Con el programa tienen la oportunidad de programar robots de verdad, conocer el quehacer de los grupos de investigación de la Universidad EAFIT, o intercambiar conocimientos con los nanotecnólogos de la Universidad de Purdue.
En Rosario (Argentina), tienen un programa similar. Se trata del programa Plataforma País Ciencia, el cual fue creado para despertar vocaciones científicas. El programa se desarrolla con apoyo del Conicet y el Ministerio de Educación.
Oriente ha avanzado en iniciativas que buscan incentivar vocaciones científicas, en Ahmedabad (India), el gobierno lidera la ciudad de ciencia Gujarat. Ahí los estudiantes pueden alojarse mientras preparan sus exámenes. Y en vacaciones realizan un programa de capacitación sobre los Recursos Biológicos donde participan los niños de Ahmedabad que es la cuarta ciudad de la India.
Invertir en estimular el pensamiento científico en los niños es un abono al ingreso de una región en la Sociedad del Conocimiento. Además de superar nuestros paradigmas frente a los científicos como aspiración de los jóvenes, este tipo de programas movilizan a los jóvenes al desarrollo de sus proyectos de vida en torno al conocimiento y a la dignificación de sus propias capacidades.
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