Miguel Gómez Martínez, representante a la Cámara por Bogotá y sobrino del asesinado líder conservador Álvaro Gómez Hurtado, señaló desde el exterior, donde está refugiado, que no dudará en recurrir a la justicia internacional si los organismos nacionales de investigación no les ofrecen, a él y a su familia, avances en el proceso por el homicidio del su tío.
Gómez Martínez debió salir a principios de esta semana del país por las amenazas que se profirieron en su contra, las mismas que el jueves fueron ligadas al petardo accionado en el busto construido en honor a su abuelo, el expresidente Laureano Gómez.
Precisamente, del petardo del jueves, del nuevo fiscal que llegó a apoyar el proceso abierto por la muerte de su tío y del tipo de amenazas que ha recibido, al parecer de quienes podrían estar tras del crimen perpetrado en noviembre de 1995, Gómez Martínez habló con Colprensa.
"Ellos están nerviosos", manifestó el exiliado parlamentario haciendo referencia a los autores del asesinato.
¿Cómo recibió la noticia del artefacto explosivo en el busto del expresidente Laureano Gómez horas después de que se conociera su salida del país por amenazas?
"Creo que es una señal que no puede ser ignorada. Es la segunda vez en pocas semanas que han atentado contra el mismo símbolo. Es una advertencia repetida. Los que asesinaron a Álvaro Gómez están activos y son una organización criminal. Eso ratifica lo que la familia viene insistiendo en el sentido de que existen muchos que no quieren que se sepa quién y por qué mataron a Álvaro Gómez Hurtado".
¿A través de qué medio se han dado esas amenazas y desde cuándo?
"Han sido electrónicas, telefónicas, interceptaciones de mis teléfonos. Han arreciado en las últimas semanas, a medida que se acercaba la diligencia judicial de la Comisión de Acusaciones".
¿Cuál ha sido la respuesta por parte de los organismos de seguridad?
"Agradecemos el esfuerzo que la Policía Nacional está brindándole a la familia. Pero hemos considerado que mi padre, el exsenador Enrique Gómez Hurtado y yo, que somos los más visibles, debemos ausentarnos del país mientras se evalúa integralmente nuestra situación de seguridad".
¿De dónde cree que provienen esas amenazas?
"De quienes mataron a Álvaro Gómez que por primera vez perciben que la justicia podría empezar a actuar. Eso los tiene muy nerviosos".
A principio de este mes, las autoridades hallaron indugel en el monumento en homenaje a su abuelo, ¿en ese momento no se relacionó un frustrado atentado con las amenazas de las que venían siendo blanco su familia?
"Nosotros, en la familia, la hicimos de manera inmediata. Siempre pensamos que era un mensaje para amedrentarnos. Pero nosotros no somos entidad de investigación. Esa es la tarea de los organismos de investigación y que, inicialmente, descartaron esa conexión. Yo creo que lo que sucedió el jueves es una repetición de la amenaza".
Su familia siempre ha insistido en que se busque a los responsables del magnicidio del doctor Gómez Hurtado, ¿ahora desde el exilio va a agregar algo más a esas peticiones?
"Si la justicia colombiana no ofrece resultados en la investigación no descartamos recurrir a la justicia internacional para evitar la impunidad que tantos desean".
¿Cómo recibe el anuncio de la Fiscalía de nombrar a Juan Hernando Poveda como nuevo fiscal de apoyo en la investigación por ese reprochable crimen?
"Hace meses que habíamos solicitado a la Fiscalía hacer este nombramiento. Es una buena noticia para agilizar el proceso que no se ha movido en los últimos 15 años".
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