“Mil y pocos más grados de temperatura han conjugado el resultado de amalgamar el barro, los óxidos minerales y el movimiento de mi pincel”.
Con esta confesión sobre su técnica -bajo esmalte sobre cerámica engobada- Carlos Vieira da la bienvenida a Artes y letras, una exposición que alberga la Biblioteca Pública Piloto hasta el próximo sábado en la que se retratan 41 escritores.
Entre muchos otros, están los colombianos William Ospina y Laura Restrepo; los antioqueños Fernando González y León de Greiff; los argentinos Julio Cortázar y Jorge Luis Borges; Albert Camus, Alejo Carpentier, Hermann Hesse y Fedor Dostoievski.
Tal vez en la imaginación del escritor ruso nació el matrimonio pintura-literatura que se cristaliza en la exhibición. El año pasado, también en la Piloto, Carlos Vieira hizo pública Etnias, una exposición en la que a través de la pintura se exploraban las costumbres y los rostros de gentes de los cinco continentes.
Uno de los personajes era un ruso que a medida que tomaba forma se asimilaba cada vez más a la idea que Vieira tenía de Raskolnikov, protagonista de Crimen y castigo.
El asesino de ficción encarnó en una pintura sombría, en la que los ojos contaban todo sobre su alma atormentada.
“Si tú quieres que un rostro sea muy expresivo, partiendo de la realidad, hay cánones y se requiere de una observación muy rigurosa”, comenta Vieira.
Los retratos son su obsesión. Cuando la hoja de un paisaje desobedece la determinación del artista, comenta, el resultado no es tan desastroso como cuando en un retrato falta la contundencia de una mirada. “Vengo trabajando mucho el rostro. A mí no me emociona tanto sentarme a hacer un paisaje como un retrato”, afirma Vieira.
Con dos exposiciones de retratos por venir -Se ve en Medellín y Maestros- el artista busca consolidar esa capacidad de afilar el ojo para luego llevar a los mil y pico de grados el barro y los óxidos minerales que llevan consigo el movimiento de su pincel.
Pico y Placa Medellín
viernes
0 y 6
0 y 6
