No haber posicionado internacionalmente la marca, ajustar cuatro torneos sin final y ver cómo el equipo perdió protagonismo fueron las razones que condujeron a Víctor Marulanda a dejar la presidencia de Nacional.
"Me duele irme y no estar el día que se inaugure la sede deportiva en Guarne, proyecto que lideré consciente de las necesidades y expectativas del plantel, pero era mejor hacerme a un lado, porque una institución tan grande no puede estar por fuera de las finales ni ocupar puestos secundarios, pues en el verde no hay tiempo de espera para alcanzar resultados", confesó Marulanda.
El joven dirigente, de 38 años de edad, resaltó el respaldo del Comité Ejecutivo y recalcó que "acá sí se podían tomar decisiones, porque teníamos línea directa con los altos ejecutivos del equipo". También reconoció que los resultados del primer semestre y negociaciones como "las de John Charria, de quien esperaba más" lo desgastaron.
Por eso decidió hacer un pare, pensar en capacitarse y analizar su futuro que, seguramente, será en el fútbol, disciplina que ha marcado su vida, pues fue jugador 10 años, gerente deportivo y presidente.
Hacer parte de una comisión de la Fifa y de otras en Colfútbol hacen que Marulanda no descarte una carrera dirigencial en las máximas entidades del balompié criollo (Dimayor y Federación), aunque "ese no es mi afán, debido a que pienso estudiar primero".
A Nacional le ve futuro, "si prosiguen con la proyección de los jóvenes y se le da continuidad al técnico Ramón Cabrero".
Pico y Placa Medellín
viernes
3 y 4
3 y 4