Máxima Zorreguieta será una reina con arraigo a su origen. La próxima monarca del reino holandés lo demostró desde el día de su boda con Guillermo Alejandro, cuando un sonó Adiós Nonino, de Piazzola, en una clara evocación a sus raíces argentinas. Es hija del Secretario de Agricultura y Ganadería durante la dictadura de Videla, en Argentina. Su padre no asistió a la boda.
Máxima será una soberana aceptada por la realeza holandesa (aunque le costó trabajo) y querida por sus súbditos. Su carácter ha acercado de manera considerable la casa real al resto de los holandeses.
El embajador de los Países Bajos en Argentina, Hein de Vries, indicó a Efe que Máxima es "la persona más querida en la Casa Real. Su popularidad es muy alta, con una preparación para cumplir esta función de larga data".
Guillermo y Máxima contrajeron matrimonio en 2002. Se conocieron en Sevilla, España, mientras ella trabajaba como ejecutiva del Deutche Bank en Nueva York.
Aunque desde el Siglo XX el común denominador en las monarquías europeas es que los herederos contraigan matrimonios con gente ajena a la realeza, son todavía pocos los casos de plebeyas que lleguen al trono como monarcas. Cuando Guillermo Alejandro sean coronado, Máxima será uno de los pocos ejemplos.
El analista Amadeo Martín Rey y Cabieces, lo dijo en el portal de la Asociación de Monarquía Europea: "Hoy en día todos los monarcas reinantes en Europa –y la mayoría de los no reinantes– son primos entre sí. Ese parentesco va camino de diluirse tanto que en pocos lustros será casi una entelequia y puede ir en contra de la perdurabilidad de las casas reales".
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