La cita a la que el Medellín convocó hoy en el estadio Atanasio Girardot tiene fines de celebración. Además de la necesidad imperiosa de un triunfo frente al Chicó, a las 3:30 p.m., los rojos quieren compartir con la fanaticada un aniversario más (98, aunque para muchos es el 99), así la fecha se haya cumplido el pasado 14 de abril, cuando estaban de visitantes en Itagüí.
La efemérides no podía pasar en blanco y por eso los directivos invitaron a cuatros jugadores representativos de diferentes épocas para que asistan al estadio, reciban el reconocimiento de la fanaticada y hagan el saque de honor. Los elegidos fueron Efraín Caimán Sánchez, Uriel Cadavid, Ponciano Castro y John Wílmar la Pelusa Pérez.
Cuatro hombres que evocan momentos de gloria de la institución escarlata que, previo a su centenario, intenta recuperarse de un mal momento deportivo y permitir que los días venideros estén cargados de sonrisas y celebraciones.
Por un lugar de honor
El cartagenero Danny Santoya quiere que en el futuro la afición del Poderoso lo añore y extrañe. Si bien el comienzo no ha sido el más auspicioso, está seguro de que con la continuidad volverá a poner su sello de gol en los escenarios colombianos, como lo hizo en el Tolima y el Once Caldas.
"Somos conscientes de que faltan seis fechas en las que debemos darlo todo y jugar como si fueran finales. No podemos regalar más puntos y menos en casa; hay que empezar a ganar de nuevo", destacó Santoya, que en su cuerpo, además de imágenes religiosas, tiene tatuados su nombre y los de sus hijos.
Este futbolista, delgado y de tez morena, tiene claro, así como sus compañeros, que el Chicó es un elenco de cuidado, que supera al DIM por una unidad (14 por 13), que siempre ha estado entre los protagonistas, que está haciendo una buena campaña (viene de golear 5-2 a Cúcuta), y que, como pocos elencos en Colombia, tiene un proceso de seis años con el técnico Alberto Gamero.
Según Santoya, la falta de oportunidades de gol han impedido demostrar su potencial frente a los arcos. "Eso hay que demostrarlo con goles y ojalá sea desde este domingo cuando la gente nos acompañará con la ilusión de vivir una jornada inolvidable".
Santoya, quien le aporta alegría y sabor costeño al Medellín, no duda al responder con un contundente "sí" que clasificarán a la siguiente fase. Y así como cada vez que mira su cuerpo y encuentra los nombres de sus hijos Samuel y Emanuel que le recuerdan una gran responsabilidad, asegura que la motivación reina en todo el plantel.
Otro rostro optimista del DIM se refleja en el panameño Alberto Quintero, incluido entre los titulares gracias a que con el paso de los días ha convencido al técnico Bolillo Gómez de sus cualidades.
Negritillo admitió que en los minutos que ha jugado y las ganas que muestra, podrá ratificar, ante Chicó, que merece la oportunidad que le brindan hoy. Este jugador canalero, como Santoya y compañía, quiere que los invitados hoy, Caimán, Ponciano, Pelusa y Cadavid, queden con la mejor impresión.
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