x

Pico y Placa Medellín

viernes

3 y 4 

3 y 4

Pico y Placa Medellín

jueves

0 y 2 

0 y 2

Pico y Placa Medellín

miercoles

1 y 8 

1 y 8

Pico y Placa Medellín

martes

5 y 7  

5 y 7

Pico y Placa Medellín

domingo

no

no

Pico y Placa Medellín

sabado

no

no

Pico y Placa Medellín

lunes

6 y 9  

6 y 9

Mentalidad sapiencial

09 de julio de 2009
bookmark

Mentalidad racionalista viene de razón. Razón es la facultad de discurrir, reflexionar, pensar, aplicar la inteligencia. Ha servido para el avance vertiginoso de la ciencia y la técnica.

Por valorarla tanto, hasta poner en un pedestal a 'la diosa razón', la hemos convertido de parte en todo.

La razón lo es todo en el hombre. Lo que no admite la razón, no existe. Nos hemos empobrecido sin medida, al reducirnos a una parte de lo que somos. Hemos dejado huérfana la mentalidad sapiencial, el corazón. "¿Qué importa que el entendimiento se adelante si el corazón se queda?" El hombre del siglo XXI vive con el corazón quedado.

La mentalidad sapiencial pertenece a la experiencia. Sapiencial viene de sabiduría, sabiduría de saborear, saborear de sabor. Sabor es lo que produce gusto. Gusto es placer, deleite.

Conozco el sabor de una fruta cuando la veo, la cojo, la acaricio, la huelo, la pelo, la parto, la muerdo, la saboreo, la ingiero y la digiero. Entonces sé a qué sabe. Tengo la sabiduría de la fruta. Forma perfecta de mi conocer, de mi saber. Mundo del sabio.

A Dios llego por la mentalidad sapiencial. Lo veo, lo cojo, lo acaricio, lo huelo, lo pelo, lo parto, lo muerdo, lo mastico, lo saboreo, lo ingiero y lo digiero.

Entonces sé a qué sabe Dios. Tengo la sabiduría de Dios. Los místicos, comenzando por los escritores de la Biblia, tienen la sabiduría de Dios. Hablan de lo saboreado, de lo experimentado, de lo vivido. Hablan de lo que llevan en el cuerpo y en el alma.

"Siempre en todas las cosas me aconsejaba este Señor. Jamás se descuida de mí" (S. Teresa, Vida 40, 19).

Al hablar de Dios, las palabras se vuelven otras siendo las mismas. Ver, coger, acariciar, oler, pelar, partir, morder, masticar, saborear, ingerir y digerir adquieren otro sentido, comunican otro sabor. Inefable.

La Biblia cuenta que Jacob luchó con Dios toda la noche 'en el vado de Yabboq'. "En adelante no te llamarás Jacob sino Israel; porque has sido fuerte contra Dios y lo has vencido" (Gén. 32, 29).

Al hombre actual le hace falta el atrevimiento de Jacob. Necesita encontrar a Dios. No hay lugar donde no esté. Y atreverse a vencerlo.

El secreto lo tiene S. Juan de la Cruz (Cántico 32, 1): "¡Dichosa el alma que ama, pues tiene a Dios por prisionero, rendido a todo lo que ella quisiere!"

*Monticelo, Centro de Mística

Te puede interesar

¿Buscando trabajo?
Crea y registra tu hoja de vida.

Las más leídas

Te recomendamos

Utilidad para la vida

Regístrate al newsletter

PROCESANDO TU SOLICITUD