D urante 31 años, Leidy fue el centro de atracción del Zoológico Santa Fe. Esta hembra de elefante asiático, que murió el pasado mes de marzo, no solo era la estrella sino que se convirtió en el alma de este parque de protección animal.
Pero Leidy no era la única atracción. Otros mil animales, de 200 especies, viven gracias a los programas de conservación de este zoológico moderno, cuya principal misión es la conservación de la biodiversidad, no solo de los animales sino en general.
Esto e logra a partir de dos estrategias fundamentales: la educación ambiental y la investigación, explica el biólogo Juan Camilo Vélez Ruiz . "Nosotros en este zoológico tenemos varios programas de conservación enfocados en diferentes especies. El principal es el de rehabilitación e introducción del mono aullador rojo".
Otras especies que hacen parte de este programa son la reproducción del paujil de pico azul y del guacamayo verde limón. A ellos se suma el plan de reproducción de anfibios colombianos en cautiverio, que se encuentra en su primera fase. Están sufriendo una presión de extinción que algunos expertos dicen que es similar a la que tuvieron los dinosaurios hace 65 millones de años.
"Desde lo educativo somos importantísimos. Un zoológico que no tenga educación no es un zoológico. Nosotros tenemos un programa y una oficina de educación ambiental desde hace más de 10 años y trabajamos de la mano con la comunidad", señala el director general Alonso Caballero Estrada.
Agrega que la gente tiene una idea tergiversada sobre los animales: "Piensan que solo los exóticos los maravillan. Desconocen la megadiversidad nacional, que tenemos más de 1.800 especies de aves. Nosotros tenemos que privilegiar más lo nuestro. Por eso se está trabajando para mostrar la fauna silvestre de nuestro país".
Como zoológico moderno que somos, explica Martha Cecilia Ocampo Mejía , médica veterinaria, "nos diferenciamos de los sitios donde exhiben animales porque tenemos personal técnico especializado, departamento de educación, de investigación, área de conservación, bienestar animal, comunicaciones, mercadeo. Protegemos los animales, les damos bienestar con la ayuda de biólogo, nutricionista y veterinario".
La labor de los directivos y equipo de especialistas se ve reflejada a lo largo y ancho de las cinco de ocho hectáreas que tiene el parque. Un lugar vivo, lleno de colores y sonidos que les permiten a los 28.000 visitantes mensuales vivir sus propias experiencias a medida que recorren los hábitats de los felinos, las aves, los anfibios e innumerables mamíferos.
Un espacio que atrapa la atención de los niños porque es aquí, en el zoológico, donde descubren el mundo animal y vegetal. Un banco genético que asegura el futuro de las especies.
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