Seis años después, el antioqueño Carlos Navarrete vuelve al fútbol profesional y lo hace consciente de que tiene un reto gigante en Itagüí Ditaires, porque pocas veces en la vida contratan a un técnico en plena semifinal.
"Me tocó llegar a este club y no está en un momento difícil, pues viene de hacer una buena Suramericana y en los últimos dos años es el segundo mejor detrás de Nacional. Espero poner mi sello personal en un club que tiene muchas cosas buenas".
Esa actitud positiva la empezó a socializar ayer en la cancha de Ditaires, donde arrancó los entrenamientos con los retos de remplazar bien a Jorge Luis Bernal, hacer que el equipo agrade con su juego, clasificar a la final de la Liga Postobón-2 y conseguir el cupo para un torneo internacional en el 2014.
Navarrete, quien tiene 54 años de edad y es licenciado de Educación Física de la Universidad de Antioquia, no dirigía en Colombia desde 2007, cuando manejó al Deportivo Pereira. Tras su primera práctica con las águilas doradas confesó que "hay buenos jugadores y veo cosas halagadoras en la institución".
Sobre el porqué asumió la responsabilidad de llegar a un club en plena semifinal y al que se le pueden cambiar pocas cosas por la premura del tiempo, Navarrete confesó: "acepté porque soy un hombre del fútbol y me gusta estar en la raya".
La primera exigencia de Carlos Augusto será pasado mañana en el clásico ante Nacional. Consciente de la urgencia, llegó a trabajar a todo vapor con la única ilusión de conseguir los tres puntos.
Pico y Placa Medellín
viernes
0 y 6
0 y 6