A Leonardo Cervera Navas es un abogado y escritor malagueño que, desde hace algunos años, ha abordado el tema de internet y niños con detenimiento. Fruto de sus investigaciones es el libro Lo que hacen tus hijos en internet. Una guía para padres, un texto que pretende ayudar a los padres a controlar y enfocar de manera idónea los contenidos que ven sus hijos en la red.
El escritor afirma que en la actualidad los jóvenes "viven" en la red -lo que "no es bueno ni malo" sino una "realidad"- y que por eso es importante "aceptar y comprender que nuestra responsabilidad como padres del siglo XXI no termina en el mundo 'real' sino que se extiende al virtual".
Uno de los problemas más comunes a los que están expuestos los menores que utilizan las redes sociales es el ciberacoso, también conocido como Ciberbullying . "Hay muchos jóvenes que usan la red para insultar, ridiculizar y acosar a sus compañeros ocasionando en ellos un sufrimiento enorme", afirma Cervera.
Para el investigador, el gran problema es que los ciberacosados "sufren el desprecio de sus compañeros en silencio". A ellos les da vergüenza compartir la situación o temen que les corten la conexión.
Las consecuencias de este acoso pueden ser graves: desde problemas de autoestima y un impacto en el rendimiento escolar, hasta tendencias suicidas en casos extremos.
"El problema del ciber-acoso es que la red sirve para despersonalizar la agresión; en otras palabras, la facilita. Los muchachos se dicen cosas por internet que nunca se dirían cara a cara. Además, los ciberacosadores piensan que la red les garantiza una especie de anonimato cuando es todo lo contrario", asegura Cervera.
Avances
"Los padres tenemos la obligación de controlar lo que hacen nuestros hijos en internet pero nunca espiarles".
Controlar no significa estar todo el día encima de ellos, ni aprovechar que han ido un momento al baño para ver qué páginas han estado mirando. "El control tiene que ser discreto y razonable: sólo si se ve algo extraño o verdaderamente preocupante, debería intervenir".
Existen varios programas de "control" que permiten a los padres vigilar lo que hacen sus hijos -el Windows Vista, por ejemplo, trae uno de serie-, así como "filtros" que permiten bloquear accesos a determinadas páginas. "En cualquier caso, mi recomendación a los padres es que al filtro tecnológico sobrepongan siempre otro filtro tanto o más efectivo: la palabra de su hijo".
Otra actividad es crear un "contrato" en el que el joven se compromete a dar buen uso de su PC y renuncia, entre otras cosas, a "ver páginas de pornografía", a "comprar sin la autorización de sus padres" y a "encontrarse con alguien que haya conocido por la red".
Con el fin de "orientar a los hijos a un uso positivo de Internet", propone actividades como "Una noche YouTube" en la que los miembros de la familia se reúnen para seleccionar videos entre todos. Una forma de, según el autor, "hacerle sentir a los hijos que el tema nos interesa y estamos todos en el mismo barco".
La recomendación más importante, quizás sea que los PC se mantengan fuera del dormitorio de los chicos, es un asunto de bienestar y de cuidado.
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