Desde temprano, cuando Estiven Vélez fue descartado en la concentración por una molestia en el aductor derecho, Atlético Nacional empezó perdiendo.
Y por la tarde-noche, en la cancha, con un fútbol discreto ante el buen planteamiento del Santa Fe que lo venció por 2-1, el equipo verde acabó de enterrar las ilusiones de la fanaticada que asistió al estadio Atanasio Girardot con las ganas de ver una victoria que lo hubiese dejado a un paso de la clasificación. Ahora duda en ese objetivo.
La acción individual de Víctor Ibarbo en el cierre del primer tiempo, que terminó en el penalti que ejecutó Giovanni Moreno (44'), fue lo único rescatable de los verdolagas en este período.
En el resto del tiempo los de casa lucieron limitados y con errores constantes que permitieron el lucimiento del Independiente Santa Fe, que primero anotó con Daniel Néculman (6') y luego con Juan Carlos Quintero (25').
Nacional nunca logró sociedades, pues Giovanni Moreno, llamado a generar fútbol, se excedió en el transporte del balón. A las malas entregas y falta de claridad para atacar, se sumó la lentitud de la defensa. Todo esto se confabuló en un elenco descompensado y sin propuestas.
Los cardenales, con la tranquilidad que otorga la ventaja en el marcador, aguantaron hasta el descanso y se fueron ganadores. Incluso, la ventaja pudo ser mayor, pero un remate de Néculman, a los 13 minutos, se estrelló en el horizontal.
Las silbatinas que escuchó Baiano, quien salió para darle paso a Yeison Devoz, a los 27 minutos, reflejaron el descontento de la afición que, sin embargo, tomó un nuevo aire con el descuento. "Vamos, vamos mi verde, que esta noche tenemos que ganar", cantaban los hinchas con la esperanza del resurgir de los verdolagas en el segundo tiempo.
En la etapa complementaria había que jugarse los restos y Nacional lo entendió así. Pero de nuevo fueron más las ganas que el fútbol, en una constante de los últimos compromisos.
Una aproximación de Moreno, entre tantos pelotazos, no fue suficiente para remontar el marcador frente a un adversario que mediante el contragolpe estuvo a punto de aumentar la cuenta.
En esas incursiones, para destacar, un acción de penalti de Humberto Mendoza sobre Julio Gutiérrez que no sancionó el árbitro Ímer Machado y un remate de Néculman que salvó Gastón Pezzuti cuando restaban 10 minutos para el cierre del juego.
Por fortuna para Ramón Cabrero y sus pupilos no hubo más goles en contra, luego de una jornada opaca que los descendió del cuarto al octavo lugar y los dejó trastabillando en su intención de ingresar a las finales del torneo colombiano.
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