El papa Benedicto XVI encendió este miércoles el Cirio de la Paz en la ventana de su apartamento, que da a la plaza de San Pedro del Vaticano, poco después de que se descubriese el monumental Portal de Belén levantado en el recinto vaticano, delante del obelisco.
La inauguración del Portal de Belén y el encendido del cirio son los dos ritos tradicionales con los que dan comienzo las celebraciones navideñas en el Vaticano, donde esta medianoche (6:00 p.m. hora de Colombia) el Pontífice oficiará en la basílica de San Pedro la Misa del Gallo.
Durante el encendido del cirio el Pontífice no pronunció frase alguna, sólo rezó unos segundos por la paz en el mundo y con la vela hizo la señal de la cruz. Después con la mano saludó y bendijo a los miles de presentes en la plaza.
El Portal de la Plaza de San Pedro de este año está ambientado en la Belén de aquella época. El pesebre donde nació Jesús ha sido colocado en una humilde posada, cubierto de haces de leña, y en un rincón de la muralla de Belén.
Al fondo del portal se ven una torre y un gran portal, así como varias casas de campesinos construidas a lo largo de la muralla.
El Belén cuenta con una veintena de figuras, todas a tamaño natural, provenientes del Portal de Belén que fue realizado en 1842 en la iglesia romana de San Andrés della Valle por San Vicente Palotti.
El portal fue inaugurado por el cardenal secretario de Estado, Tarcisio Bertone, que encendió también un cirio de la paz y abogó para que esa luz sea un dono de esperanza para el mundo, y por el gobernador del estado de la Ciudad del Vaticano, el cardenal Giovanni Lajolo.
Durante el acto, el cardenal Bertone dirigió una vigilia de plegarias por la paz, en la que se recordaron a las familias, a las personas que padecen la crisis económicas y a los cristianos perseguidos en varias partes del mundo, entre ellas el estado de Orissa, en India, y en Irak y Tierra Santa.
Con la ambientación del portal en Belén se vuelve a la tradición, después de que el pasado año el Nacimiento fuera ambientado en Nazaret y no en la ciudad palestina, como indica la tradición cristiana.
El portal del pasado año se inspiró, según explicaron fuentes vaticanas, en el Evangelio de San Mateo, que sitúa el nacimiento de Jesús en la casa de José en Nazaret, mientras que en los de San Lucas, San Marcos y San Juan se describe la Natividad en Belén.
El Portal de Belén del pasado año levantó perplejidad en algunos ambientes religiosos.
Al lado del Portal ha sido colocado el tradicional árbol de Navidad, que este año ha regalado al Papa la región de Baja Austria, que ya fue encendido oficialmente el pasado 13 de diciembre en una ceremonia presidida por el cardenal Lajolo y por Erwin Proll, primer ministro de Baja Austria.
Se trata de un abeto rojo de 120 años y 33 metros de altura, lo que le convierte en el árbol más alto hasta ahora colocado en la plaza de San Pedro junto al Belén.
Ha sido decorado con unas 2.000 bolas amarillas y blancas y coronado con una gran estrella.
Una vez que concluyan las fiestas, el abeto será usado para fabricar con su madera juguetes para niños, así como bancos de parques y de escuelas, en la línea ecologista que predica Benedicto XVI.
Además de este abeto, Baja Austria también ha regalado al Vaticano unos 40 abetos más pequeños que decoran ya el Apartamento del Papa, el Aula Pablo VI, la Sala Clementina y otras estancias vaticanas.
Durante toda la tarde de hoy, numerosos grupos de personas, especialmente grupos de niños, se acercaron hasta el lugar para cantar canciones navideñas delante del portal.
La tradición de instalar un Belén en la plaza de San Pedro, junto al obelisco, comenzó en 1982 por deseo del papa Juan Pablo II.