En los cuatro años que lleva en la institución Felipe Pardo ha sorteado cinco momentos críticos con Independiente Medellín y en uno de ellos alcanzó un título y en otro fue subcampeón.
Por ello intenta no dejarse afectar de las críticas que viene recibiendo el equipo por apenas rendir al 22 por ciento en la Liga Postobón-I y sólo tener a favor dos goles en seis compromisos.
Al jugador chocoano de 22 años de edad le duele la falta de definición que tiene el DIM en la posición 15, pero cree que cuando maneje la ansiedad y se tome confianza le regalará de nuevo satisfacciones a sus seguidores.
Mientras ese anhelado momento llega, Pardo se aprovisionó de un "traje blindado" para soportar los reclamos, porque ningún delantero rojo ha marcado en el torneo y la zona defensiva viene desconcentrándose en los momentos determinantes de los partidos.
Felipe avisó que "tengo una caparazón en la que todas esas cosas malas y negativas me rebotan; estoy blindado contra las críticas con mi trabajo, ya pasé por muchas cosas en el club y por el qué dirán. Esto no significa que no seamos conscientes de que necesitamos mostrar un mejor fútbol para sacar la institución de este bache".
En ese plan está el jugador más "antiguo" del proceso que lidera el técnico Hernán Darío Gómez, quien así como confía en él, por su velocidad y gambeta, espera que ponga a prueba su experiencia para sacar al plantel de la incómoda situación.
Pardo está empeñado en dejar una huella imborrable en el Medellín y para ello se propuso, a partir del sábado ante Chicó, surtir de balones a sus compañeros con pases más precisos, para que cambie el panorama y se aleje la presión.
Pico y Placa Medellín
viernes
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