Vivir en un ambiente atractivo y bien definido son dos características que da la iluminación y que garantizan calidad de vida y bienestar.
En palabras de José Luis Londoño, gerente de Ilumeco, "cuando iluminamos cualquier área, debemos tener en cuenta factores como las actividades que desarrollamos en dicho espacio, los niveles de intensidad requeridos, las superficies, texturas y colores, las edades de los usuarios y los efectos deseados con las bombillas".
Aunque el precio es una razón de peso, no quiere decir que sea determinante en la obtención de resultados óptimos. "La clave está en saber combinar diseños y crear efectos que produzcan una sensación agradable a primera vista", recomienda Guillermo Suárez, gerente comercial de Propymes.
El balance correcto entre luces y sombras debe tener especial consideración. "La idea es que podamos percibir los elementos que se encuentran en el entorno y los podamos relacionar, de acuerdo con su nivel de brillantez y contraste, con los demás objetos que hacen parte del panorama", agrega Londoño.
Jugar con las formas, texturas, materiales e intensidades de luz le da un valor agregado al ambiente. Según Catalina Vallejo, directora comercial de Pavezgo, "lo ideal es combinar los distintos tipos de iluminación en una habitación. Escoger correctamente las lámparas y bombillos del hogar, puede marcar la diferencia en cuanto al confort y la decoración".
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