Se llama Jonny Durand. Es australiano y experto deportista de ala delta. Este miércoles y superando velocidades de más de 100 kilómetros por hora, sobrevivió a las amenazas de tiburones blancos, a un maretón oceánico, a vientos poderosos y a los acantilados intratables para batir dos récords mundiales de ala delta.
Varias veces campeón nacional de Australia, múltiple vencedor de pruebas internacionales y récordman mundial de ala delta con el vuelo más alto y más largo del mundo, Jonny añadió ahora a su lista de récords el de ser el más rápido tras cubrir un recorrido de 300 kilómetros en 4 horas y 16 minutos en el Great Australian Bright.
Tras un año planeando la aventura y una ventana de dos semanas para cumplir con su cometido, señala la información, el australiano de 33 años alcanzó su objetivo de batir dos récords mundiales: el de los 300 kilómetros y el de los 100 kilómetros, ida y vuelta, más rápidos de la historia.
"Volé entre los acantilados a merced de los vientos, las olas y los tiburones blancos", explicó el deportista.
"Fue increíble, nunca antes he vivido nada igual. En términos de realizaciones personales, estamos en lo más alto. ¡Había tantos elementos conjugados al mismo tiempo!".
El anterior récord de velocidad de 300 kilómetros era de 56 km/h. Hicieron falta un total de 5 horas 50 minutos para completar el recorrido. Jonny lo machacó con una media de 72 km/h. En cuanto al récord de los 100 kilómetros, se había establecido en una media de 72 km/h, algo no fue problema para el australiano al recorrer dicha distancia a una velocidad media de 90 km/h. ¡En ciertas ocasiones alcanzó velocidades vertiginosas por encima de los 110 km/h!
"Tenía los brazos y los tríceps machacados de tanto mover el cuerpo por culpa de las turbulencias que eran brutales", añadió. "Y lo último que quieres es acabar en el agua". Y en efecto casi sucede, puesto que había mucho tiburón blanco. "Hubo un momento en el que casi acabo en el mar. Al final hasta me hice a la idea de que iba a tener que amerizar. Es algo que tratamos de evitar a toda costa y que afortunadamente no tuve que hacer. ¡Pero nunca he estado tan cerca de acabar en el agua!".
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