La sonrisa de Mariana Pajón está a flor de labios como ha sido su costumbre, pero se le nota más amplia después de los dos triunfos que obtuvo el pasado fin de semana en Oldsmar, Estados Unidos. Ahora, solo piensa en su futuro cercano.
El secreto, como siempre, fue la fuerza mental, su capacidad física y el apoyo de cientos de latinos que asistieron a la pista, para apoyarla y decirle que estaban con ella, en las buenas o las malas.
Y de las malas venía la piloto antioqueña de 21 años, por cuanto en Phoenix, Arizona, había sufrido una dura caída que le dejó golpes en el pecho, en un tobillo y en la rodilla -la tiene morada-, que aún le molestan.
El sábado y domingo se sintió plena frente a duras rivales, muchas de las cuales encontrará en el resto de la temporada, especialmente en las Copas del Mundo -hace planes para ir a Manchester y busca confirmar el apoyo- y en el Mundial de BMX que se disputará en Nueva Zelanda.
"Cuando me accidenté, me llegaron decenas de mensajes de aliento. Los leí todos", destaca la corredora que está dedicada a los entrenos y a la fisioterapia al lado de la especialista Caroline Ávalos, y en compañía del medallista Carlos Mario Oquendo, desechando, de paso, la idea de competir este fin de semana en la válida nacional de Chía, porque quiere estar totalmente a tono para una prueba que se aproxima en De Soto, Texas.
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