Cada país tiene una forma particular de afrontar la realidad. No obstante, esta no ha de hacerse perdiendo la noción básica de la dignidad humana y más en Colombia, que ha padecido los usos y costumbres de los grupos al margen de la ley para acabar con la tranquilidad.
Al analizar este proceso de paz, que solo saben con certeza lo que están haciendo los actores armados al margen de la ley y quien negocia nuestra futura paz, como es el Estado, puedo concluir que quienes hacemos parte de la Nación en la actualidad sufrimos del desprecio por los sentimientos tradicionales de la humanidad, puesto que el fin primordial del Estado debería ser salvar numerosas vidas, y no, dar un estatus que no les corresponde a quien demuestra que la palabra paz solo existirá como símbolo semántico.
Acaso el actuar bajo el poder desmedido de las Farc no debería provocar en el Gobierno una interrupción abrupta de tan dudoso proceso y así ejercer el legítimo ejercicio del poder por un gobierno democrático electo. Lo que se ocasiona con este actuar del Estado es debilitar el sistema jurídico, la protección del mismo Estado y de quienes hacemos parte de este.
Ahora me pregunto: ¿con qué clase de ciudadanos quiere nuestro Estado conformar esta sociedad? Puesto que la democracia en Colombia es una ilusión, atrapados en la no aplicación de la Constitución y las Leyes.
Quienes nos gobiernan están ocasionando con este actuar una enorme distancia entre la teoría y la realidad. Ahora me pregunto ¿qué clase de paz quieres?.