No tiene el bigote ni el cabello abundante y negro del brasileño que brilló en la década del 70. Tampoco su calidad técnica y menos el color de piel. Pero se llama Rivelino, juega en Atlético Nacional y es uno de los jóvenes que promoverá este año el conjunto antioqueño.
Su padre, Diego Luis Hinestroza, trabajador de una finca bananera, exjugador aficionado y habitante del barrio Obrero de Apartadó, le antepuso el nombre de Jhoaho para evitar confusiones con un hermano mayor que también se llama Rivelino.
Es tanta la admiración de este hombre por los auriverdes que al primero de sus hijos varones lo bautizó Paulo César, como aquel célebre jugador brasileño.
Jhoaho Rivelino Hinestroza Valencia llegó a préstamo a Nacional hace siete meses, con opción de compra brindada por su club, Alianza Platanera. Juega de atacante y dice que maneja las dos piernas. Y lo único que conoce de su tocayo es que fue un crac mundial, conclusión a la que llegó después de ver los videos por internet.
Tiene 17 años y está feliz en el comienzo de año por las oportunidades que le brinda el técnico Juan Carlos Osorio. "Me he sentido muy bien, porque los más experimentados me respaldan. Juan Pablo Ángel, por ejemplo, me enseña cómo cogerles metros de ventaja a los defensas rivales; hay que aprender".
Su historia futbolística es corta. Cuando tenía 12 años lo vio jugar en Urabá Eduardo Pimentel y se lo llevó al Boyacá Chicó. Luego pasó al Once Caldas donde trabajó con Pompilio Páez, hoy asistente de Nacional, y acaba de llegar a conjunto verde con gran ilusión: "mi futuro es ser un ídolo acá, porque desde pequeño soy hincha de este equipo. Después, ir a Europa", dice el muchacho que dejó atrás la timidez y ahora se le ve alegre y extrovertido, compartiendo con Wílder Guisao, Luis Fernando Mosquera, John Valoy y Óscar Murillo, sus compañeros más cercanos.
Este admirador de Lionel Messi cuenta que pasa los ratos libres viendo televisión, "escuchando música panameña y de Urabá". Y que le "pega" bien al baile, como lo ratifica el zaguero Óscar Murillo que en algunas celebraciones ha exhibido los pasos que le enseñó el Rivelino paisa.
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