Los abuelos decían que alguien muy teso era el verraco de guaca. Pues bien, en esta edición 38 del Clásico EL COLOMBIANO-Indeportes Antioquia, a Roivan Gómez se le puede dar ese calificativo, por cuanto él competirá en la ruta, gravity, bicicrós, descenso urbano y ciclomontañismo.
A todo eso se le medirá este corredor de 40 años de edad que considera al ciclismo su salvación y objeto e vida, después de haber llegado a pesar 94 kilos.
El reto de Roivan nadie lo iguala en esta competencia, porque en los tres días por venir saltará de escenario en escenario, al lado de su novia Verónica, para tratar de ajustar una hazaña que será difícil de igualar.
"Yo quiero ser el Gran Campeón del Clásico EL COLOMBIANO. Ese ha sido mi sueño desde hace mucho tiempo. Quiero que la gente reconozca este esfuerzo que hago, porque mi vida gira alrededor de la bicicleta".
Cuando Roivan dice ésto, le brillan los ojos como un par de soles que alumbran una existencia llena de salud, todo por gracia de dar pedal al lado de sus amigos que son los ciclistas de diversas épocas.
Anoche en el gravity se iniciaba el gran reto del comerciante especializado en la compra venta de carros, que hace muchos años salió de Amalfi, rumbo a Medellín, para competir en la ruta. Argiro Zapata y Juan Diego Ramírez fueron algunos de sus compañeros de esfuerzos, esos que también tuteló el técnico Gonzalo Parlante Agudelo.
"Lo que haré será terminar rápido cada modalidad y descansar todo lo que más pueda. El masaje sólo será cuando termine la ruta de este sábado. Lo demás, dormir y comer muy bien", cuenta Roivan Gómez, quien no concibe la vida sin hacer deporte, porque su reto es digno del verraco de guaca.
Pico y Placa Medellín
viernes
0 y 6
0 y 6