Un grupo de casi 200 campesinos, provenientes de la vereda La Cuatro, ingresó por la fuerza a la oficina de control de la malaria ubicada a las afueras de Tibú, Norte de Santander, y arrasó con lo que encontró.
Según testigos, los manifestantes, que ayer completaron 42 días de bloqueos en la vía que de Tibú conduce a Cúcuta, tenían la intención de enfrentarse a la Policía que no sucumbió a las provocaciones. Enfurecidos, los campesinos la emprendieron a patadas contra la puerta de la sede y procedieron a llevarse lo que encontraron.
José Casadiego, encargado de la sede de la malaria, relató que los campesinos se llevaron 10 cajas de licor decomisado, varias hamacas, toldillos, herramientas, un microscopio, un electroscopio, colchonetas y una bombona de gas.
En este lugar también funciona la dirección de sanidad, encargada de hacer los decomisos de carnes en mal estado y de licores hechos artesanalmente.
El funcionario lamentó que los manifestantes la hubiesen emprendido otra vez contra la sede de esta entidad, pues unos locales contiguos al que ayer fue arrasado, fueron destruidos por ellos mismos los primeros días de enfrentamientos con la fuerza pública.
"No contentos con llevarse las cosas, revolcaron todos los archivos y destruyeron el mobiliario que servía para la atención de los habitantes de la región", lamentó Casadiego.
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