Se nos fue una gran educadora, pedagoga y maestra ejemplar, a nivel creativo, orientadora de la juventud y destacada sicóloga, comprensiva, cariñosa, bondadosa y alegre. Eso fue en su paso por esta tierra la distinguida y admirada señora Edelmira Perdomo de Vera, rectora y cofundadora del Centro Educacional Conquistadores.
Con una sonrisa siempre amable e imborrable para todos los que tuvimos el honor y el gusto de conocerla y compartir a través de muchos años. De haber gozado de su leal, franca y noble amistad. Forjadora de ilusiones y nuevos sueños y despertares para la niñez y la juventud ansiosa del saber, de la cultura y de la dignidad del ser humano.
Y su entrega noble y desinteresada a la causa de la educación en todos los niveles: culturales, sociales, éticos, humanistas, morales y religiosos. Se nos fue en un instante. Pero su siembra, cosecha y sus frutos ya estaban maduros para presentárselos al Padre Celestial al final de la partida definitiva. Y llegó al cielo sonriéndole, presentándole y ofreciéndole lo que había sembrado en la tierra. Valores imperecederos e imborrables que ni la misma muerte puede destruir, en las almas, en las mentes y en los corazones que siempre llevaba en su mente.
Sus huellas trazadas serán modelo para los que seguimos en la dura brega por el rescate y aprecio de nuestros valores ancestrales. Siguiendo las huellas imborrables e imperecederas de los grandes pedagogos y educadores como san Juan Bautista de la Salle, san Juan Bosco, Pestalozzi y demás hombres y mujeres que ha dado el mundo en ciencia y virtud.
Ha trazado un camino lleno de esperanza, de sabiduría, de fe y de alegría para nuestra juventud del actual milenio y de las próximas generaciones. Para mi nieto Juan Sebastián Viera Mejía, niño nacido con hidrocefalia y espina bífida, como para los demás niños con cualquier tipo de complicación genética. Lo recibió con cariño, amor y comprensión y tanto ella como sus destacados profesores, alumnos y personal de la institución, se han distinguido por el respeto, el cariño, el apoyo, la responsabilidad, la solidaridad y en todo momento y circunstancia para que sea su vida de una mejor calidad.
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