Uno de los más grandes factores de desplazamiento forzado en el mundo, aparte de los conflictos armados, es la intolerancia religiosa que, según un informe publicado ayer por el Departamento de Estado de los E.U., ha dejado barrios convertidos en desiertos.
John Kerry, secretario de Estado de E.U., manifestó su preocupación porque el 75 por ciento de la población del mundo, es decir, más de 5 mil 400 millones de habitantes según worldometers, viven en países donde no se respeta la libertad religiosa. "Esto indica que tenemos un largo camino por recorrer", precisó Kerry.
En el estudio, denominado "Informe Internacional sobre Libertad Religiosa", quedó un registro de los países donde más se vive esta situación y pone en evidencia la preocupación por el aumento del desplazamiento forzado "provocados por la violencia sectaria que, según Kerry, tiene un efecto "devastador" en comunidades de todo el mundo.
"Los gobiernos han silenciado a miembros de grupos religiosos con leyes opresivas y duros castigos desde el sur de Asia hasta (la región africana del) Sahel", denunció el jefe de la diplomacia de E.U.
Kerry informó que las diferencias sectarias o religiosas viene generando la desaparición de comunidades de sus hogares históricos.
Los países más afectados
En el informe sobre la libertad religiosa, se indica que entre los países que reprimen la libertad de religión están Corea del Norte, Arabia Saudí, Irán y Sudán, que implementaron severas restricciones a grupos religiosos. Además, en China, Cuba, Tayikistán, Turkmenistán y Uzbekistán la actividad religiosa "solo es legal si está explícitamente autorizada por el Estado", agrega.
En Egipto, los musulmanes chiítas como los cristianos, fueron objeto de ataques violentos, mientras que en Arabia Saudí los chiítas fueron víctimas constantes de discriminación. En Pakistán, fueron asesinados más de 400 chiítas en luchas sectarias que se cobraron la vida de más de 80 cristianos en un solo ataque a una iglesia. Y estos, son solo algunos de los ejemplos de otras situaciones que se viven en Rusia, Birmania y Uzbekistán, donde el gobierno encarcela los ciudadanos, "allanando las reuniones religiosas y confiscando y destruyendo libros sobre religión".
¿Por qué este fenómeno?
El especialista en conflictos armados, Juan Carlos Ortega, expresó que este tipo de fenómenos son más comunes de lo que se cree, y sucede básicamente por tres factores que él define así: Gobiernos autoritarios, rechazo hacia grupos religiosos menores y poca tolerancia social en el mundo.
En países con gobiernos autoritarios —explica Ortega— los gobernantes quieren controlar las diferentes expresiones religiosas "y ven a los grupos como potenciales enemigos por ofrecer opciones distintas a las establecidas por un régimen consagrado".
Para Ortega, la solución a los problemas de carácter religioso son de difícil solución, salvo se de una confrontación o un cambio de conciencia en las comunidades afectadas "que lleve a la tolerancia de la población mundial basada en la diferencia del otro".
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