Anoche, vía aérea por el aeropuerto de Rionegro, fueron trasladados a Medellín cuatro de los seis soldados asesinados por las Farc en un ataque a los militares que cuidaban a un grupo de erradicadores en la vereda La Paz, del municipio de Calamar, Guaviare.
El soldado José Luis Loaiza Machado era oriundo de Sopetrán, integrante de una familia de tres hermanos. Llevaba ocho meses con el Ejército. Una prima indicó que con su trabajo le ayudaba a su padre, quien lava carros en Sopetrán.
Uriel Alonso Foronda Valencia, residía en Pueblo Rico, donde será sepultado, y era el menor de tres hermanos. Se vinculó hace siete meses al Ejército como soldado profesional y le ayudaba a su madre, cabeza de hogar, a sostener la familia.
Luis Orlando Isaza Rendón, pagó servicio militar y se quedó, hace nueve meses trabajando con el Ejército. Era el segundo de una familia de cinco hermanos que es sostenida por la madre cabeza de hogar.
Ovidio Elías Martínez Molina era oriundo de Medellín, residente en Belén Altavista. Como soldado profesional llevaba ocho meses y era el cuarto de ocho hermanos. Le colaboraba a su padre, un trabajador de oficios varios.
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