En una tarde curiosa en el ruedo, que exigió poca concentración, quedó tiempo para fijarse en otros detalles que hacen parte de la fiesta.
Como la buena elección de sombreros: las mujeres prefieren los de ala corta y de rafia y ellos se lucen de aguadeño.
En vestuario, me llama la atención el poder de las botas en La Macarena. Como si el código de vestuario ya viniera inscrito en la boleta. A decir verdad, para tardes soleadas como la de ayer, hay mejores opciones, como sandalias de cuña y plataforma.
Una tarde en la que la moda se llevó las orejas.
Pico y Placa Medellín
viernes
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