Como una conducta aberrante y premeditada, calificó el comandante de la Policía División Antioquia, coronel Jorge Andrés Rodríguez Borbón, la utilización de tres niños por un hombre de 41 años, para traficar con armas.
Este domingo, a las 5:50 de la mañana en un retén de la Sección de Tránsito de la Policía, en El Santuario, vía a Bogotá, fue inmovilizado un Mazda 626, modelo 2007, blindado y con placas de Bogotá.
Dentro del vehículo viajaban el traficante de armas acompañado de una mujer de 19 años, y tres niños de 1, 4 y 15 años, respectivamente. En una caleta los agentes encontraron dos fusiles calibres 5.56 y una subametralladora con dos silenciadores, tres proveedores y 57 cartuchos para los fusiles.
Las víctimas
El coronel Rodríguez explicó que los niños iban en la parte trasera del carro para no despertar sospechas y evitar requisas. Sin embargo, los agentes inmovilizaron el carro, porque notaron que tenía unas extrañas láminas que no pertenecían al vehículo y el hombre, al verse descubierto, dijo dónde llevaba las armas. “Iban camufladas en una caleta con un sofisticado sistema de apertura”, dijo.
Explicó que primero había que obturar el desempañador trasero, luego accionar el encendido electrónico y por último bajar los vidrios laterales y con ello quedaba al descubierto la caleta.
“Investigamos si este traficante transportó antes armas de esta manera porque a los niños los había llevado a otros paseos similares”, agregó el oficial.
Respecto a los menores, una adolescente de 15 años y dos niños de 4 y 1 año, se informó que son residentes en el barrio Castilla, de Medellín y que estaban al cuidado de la mujer de 19, quien es técnica en asistencia infantil.
El hombre se hizo amigo de la joven y utilizaba a los niños, de quienes se ganó su cariño con regalos y paseos.
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