Es un consenso que antes de trinar hay que pensar. Y la reflexión la pusieron de nuevo en el medio algunos tuit que publicaron, el miércoles en la noche, las autoridades municipales y departamentales en torno a la captura de "Valenciano", que crearon revuelo dentro y fuera de la red.
Sin embargo, esta no es la única salida en falso que ha ocurrido en este nuevo ágora que privilegia los 140 caracteres para expresarse.
Es legendaria la "metida de pata" del periodista Nir Rosen que renunció a su trabajo luego de hacer un comentario poco cortés sobre la agresión sexual que sufrió la corresponsal de CBS cuando estaba en Egipto. "Cómo 480 caracteres deshicieron mi carrera", escribió luego de presentar su dimisión.
"Los usuarios en internet tenemos los 'pies sucios', lo que significa que todo lo que hacemos deja una huella en la red", asegura Víctor Solano, consultor de Intacto Comunicaciones.
Y más aún cuando la cantidad de seguidores implica tener un buen número de "ojos encima", de forma directa y sin intermediarios.
Un asunto que han aprovechado los artistas, para corroborar o desmentir versiones de su vida. Aunque no todos se cuidan de lo que dicen, como le pasó a la ex Miss Universo, Alicia Machado, cuando pidió una oración por los "ataques a China", al referirse al potencial conflicto entre Corea del Norte y la del Sur, el año pasado. Tuvo que cerrar la cuenta en vista de las masivas burlas.
Para Adrián Esteban Rodríguez, no hay que demeritar el "efecto bola de nieve" que se puede crear en internet con afirmaciones que bien pueden tener efectos positivos o negativos.
Tampoco hay que dejar de lado que al expresarse a través de estos medios no tan formales, "se puede descuidar la reputación online", dice Víctor. Hasta, incluso, perder la total credibilidad, añade.
"La web 2.o es una herramienta y no un fin de la comunicación y la divulgación", dice Adrián. Cita como ejemplo, el caso del Partido Verde, cuando armó un movimiento por redes sociales, pero, faltó "consistencia y conexión con las ideas que querían promulgar", precisa.
Se impone saber utilizar las redes sociales. Y no olvidar que es una tribuna con mucho público. Así que, antes de trinar, conviene preguntarse cuál es su audiencia y qué implicaciones tiene lo que se va a compartir.
Puede que evite efectos no deseados.
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