En estos días de copiosos aguaceros, la Universidad Nacional presentó un modelo hidrológico y sedimentológico para evitar colapsos en redes de alcantarillado e inundaciones. El sistema predice cuáles precipitaciones causan mayores volúmenes de escorrentía y sedimentos.
Este modelo, que fue reseñado en la Agencia de Noticias de la U. Nal, es una idea de la profesora Jeannette Zambrano Nájera, y con este es posible predecir cuáles serían las zonas potenciales donde se producirían. "Aplicándolo a las ciudades, es posible detectar en cuáles puntos se generan las acumulaciones de caudal sólido, para prevenirlas", indica la investigadora.
El modelo tiene dos momentos: el primero consiste en que con la ayuda de los datos de precipitación recogidos en las estaciones meteorológicas, se determinan las lluvias que se introducen en el modelo físico, calculando el balance hídrico y la cantidad de caudal superficial que generan. Así, se determina cuánta lluvia está corriendo por las calles, cuánta sigue su curso hasta entrar por las alcantarillas y cuánta se almacena o se pierde por infiltración.
La segunda parte controla y predice la producción de sólidos en los caudales. "Esta información se recolecta mediante mapas dinámicos que muestran el lugar hacia donde escurre el recurso hídrico y en el que se depositan los sedimentos. Mediante este modelo y con la información adecuada sobre la cuenca (topografía, mapas de suelos y sus usos), se puede predecir la erosión en diferentes niveles a corto y largo plazo", explicó la experta.
La pertinencia
El método es propicio para este mes que termina que, según Carlos David Hoyos, gerente del Sistema de Alerta Temprana del Valle de Aburrá (Siata), es el mes más lluvioso de la temporada, por lo que "normalmente se esperan alrededor de 250 milímetros de lluvia en los municipios del norte y del sur del valle, y 200 milímetros en Medellín". Lo que quiere decir que si el agua se represara alcanzaría entre 20 y 25 centímetros en el lugar del aguacero.
Y es que en la mayoría de poblaciones rurales y urbanas del país hay erosión debido a la proporción de sedimentos que se desprenden con las lluvias intensas y que son arrastrados hacia las redes de alcantarillado. Así, la cantidad de gravas, arenas, arcillas y otros residuos orgánicos que arrastran las aguas lluvias en las ciudades hacia los desagües de la red de alcantarillado causa obstrucciones y colapsa la capacidad hidráulica.
Para la profesora Jeannette Zambrano, esto es consecuencia del alto avance de la urbanización, que al modificar las cuencas urbanas les quita la cobertura vegetal y genera mayor erosión en las partes altas, aumentando los flujos sólidos que constituyen un problema grave para las ciudades. "Si hubiera más vegetación no se producirían estos efectos erosivos".
Pico y Placa Medellín
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