El presidente de Honduras, Manuel Zelaya, llevado por la fuerza a Costa Rica y destituido por el Parlamento de su país que nombró en su lugar a Roberto Micheletti, llegó en la noche de este domingo a Nicaragua para participar en una reunión urgente de la Alba, que exigirá sea restituido en su cargo.
Zelaya, que llegó en un avión enviado por el gobierno venezolano, fue recibido con aplausos, vivas y abrazos por los presidentes Hugo Chávez, de Venezuela; Rafael Correa, de Ecuador y el anfitrión de Nicaragua, Daniel Ortega.
También lo recibió el canciller de Cuba, Bruno Rodríguez, en representación del presidente de ese país, Raúl Castro.
Zelaya, que no hizo declaraciones, partió junto a los demás presidentes en una caravana de vehículos escoltada por agentes de seguridad hasta un centro de convenciones donde se celebrará la reunión extraordinaria de la Alianza Bolivariana para las Américas (Alba).
Respaldo
Chávez anunció este domingo, en Caracas, una reunión urgente de la Alba para apoyar a Zelaya y a la democracia hondureña, convocada por Ortega, según dijo el gobernante venezolano.
El líder sandinista dijo que el "golpe" contra Zelaya es parecido al sufrido por el presidente Salvador Allende, en 1973, y el sufrido temporalmente por el mismo Chávez, en 2002.
Chávez advirtió a su llegada a Managua que habrá una "revolución violenta" en Honduras si los militares disparan contra el pueblo que protesta a favor de Zelaya.
"Que no vayan los militares de Honduras a arremeter con sus armas contra el pueblo desarmado, porque estarían abriendo el camino a revoluciones violentas", señaló el gobernante venezolano.