x
language COL arrow_drop_down

La disciplina llevó al gimnasta Ángel Barajas a la cúspide mundial

El cucuteño es el primer gimnasta colombiano en conquistar medallas en un Campeonato Mundial. En Antalya, Turquía, confirmó su talento al ganar oro en suelo, un día después de lograr plata en all-around.

  • Ángel es la nueva figura de la gimnasia en el mundo. Este domingo, liderado por su entrenador Jairo Ruiz, buscará otro podio en Turquía. FOTOS CORTESÍA COC Y FEDECOLGIM
    Ángel es la nueva figura de la gimnasia en el mundo. Este domingo, liderado por su entrenador Jairo Ruiz, buscará otro podio en Turquía. FOTOS CORTESÍA COC Y FEDECOLGIM
  • La disciplina llevó al gimnasta Ángel Barajas a la cúspide mundial

El joven que pasa más de ocho horas del día entrenando en el coliseo, que prácticamente está entre las cobijas a las 7:00 de la noche, a quien le resulta un pecado comerse una hamburguesa y quien desde los 13 años ya les daba batalla a deportistas de más de 20 años de edad, se convirtió este sábado en el primer colombiano en conquistar una medalla de oro en un Mundial de gimnasia artística.

Después de subirse al podio el viernes a reclamar la presea de plata como el segundo mejor en la clasificación general (all-around), en la que se premia a los deportistas más completos, Ángel Barajas volvió a sonreír este sábado al conseguir oro en la prueba de suelo en el Campeonato Mundial juvenil en Antalya, Turquía.

En menos de 24 horas el cucuteño logró dos actuaciones históricas, pues nunca un deportista nacional de esta especialidad había tenido el privilegio de ubicarse entre los tres primeros de un certamen de este nivel. Este domingo, si logra terminar los esquemas que preparó con el entrenador Jairo Ruiz, podría reclamar un nuevo metal en barra fija o barras paralelas, aparatos en los que también clasificó para las finales.

Barajas se impuso en suelo con una magistral actuación que le otorgó un puntaje de 13.900 para superar al alemán Timo Eder, segundo con una calificación de 13.500; y al italiano Tommaso Brugnami, que cerró el podio con 13.333.

Ángel, un muchacho de 16 años que pertenece a la misma escuela de Jossimar Calvo en Norte de Santander, disfrutaba este sábado de sus logros con las medallas colgadas al cuello. Pero esa alegría solo la podrá desfogar a plenitud este domingo cuando termine el campeonato, pues su entrenador, fiel a su estilo de trabajo, no le permite hablar con la prensa mientras tenga competencias pendientes. Busca que su pupilo esté concentrado 100% en lo que resta.

Mientras tanto, Ruiz es el vocero de la hazaña. Ayer, cuando iba rumbo al hotel a descansar y a preparar la estocada final, el forjador de talentos le señaló a EL COLOMBIANO que la clave de este logro es el trabajo y la planificación.

Es una persona obsesiva con eso “y no me salgo de esos parámetros, por eso obtengo resultados”.

Contó que la meta siguiente con Ángel es de alto vuelo y para eso debe descartar algunos eventos. Barajas no estará en el próximo Campeonato Nacional en Bolívar: “¿Para qué ir? Yo lo voy a preparar es para la Olimpiada, eso no es prepotencia ni arrogancia, es saber planificar”.

En relación con el título en suelo (o piso), dijo que no lo sorprendió porque su alumno había clasificado de segundo y todo podía pasar. Fue claro en afirmar que él no busca posiciones ni lugares ni medallas. “Lo importante es que haga la rutina completa, como está planificada, no más, eso es todo”.

Así llegó a sus manos

Jairo Ruiz recibió a Ángel Barajas desde que este tenía cinco años, un niño criado en el sector popular de Guaimaral, en Cúcuta, y que ahora vive en Trigal del Norte con su mamá. Aunque hay algunas coincidencias con el múltiple medallista Jossimar Calvo, Ruiz dice que todos sus alumnos son diferentes y que no tiene preferencias con ninguno.

Está feliz porque, dijo, las nuevas generaciones de la gimnasia que Colombia tiene en Medellín (orientados por Leonardo González) y en Cúcuta prometen mucho. “Trabajamos con chicos muy buenos y se trata de estar unidos, porque así el trabajo en equipo va a resultar mejor”.

Al describir a Ángel habla de un joven disciplinado en todos los aspectos, así como le gustan a él: que se cuiden en la alimentación, el sueño, el descanso, la terapia y la recuperación. En lo personal habla de un chico normal, que estudia el bachillerato virtual para poder cumplir con sus compromisos deportivos y que a las materias del colegio le sumó el inglés, un aspecto clave en su proyección a la élite de la gimnasia, a la que ya tocó las puertas como medallista mundial.

Una calidad asombrosa

Ángel Barajas ya había dado muestras de calidad. Cuando tenía 13 años, ya sorprendía con sus condiciones.

En los Juegos Nacionales en Bolívar-2019 se clasificó a las finales, en las que terminó cuarto ante deportistas entre los 20 y 25 años, uno de ellos Jossimar Calvo.

El año pasado, en los Juegos Suramericanos Juveniles de Rosario, Argentina, obtuvo siete oros y una plata, convirtiéndose en el máximo medallista del certamen.

Tras esas justas, este diario habló con él y destacó que el oro que más disfrutó fue por equipos, pues “representa el trabajo en grupo, algo que es muy importante para nosotros, por demostrar el apoyo que nos tenemos unos con los otros”.

A pesar de las restricciones que le impone su preparador, antes de competir intenta habla con su mamá. En las noches, confesó, hace la visualización de la rutina, “siempre busco estar concentrado en la competencia”.

El aparato en el que le va mejor es suelo, precisamente en el que acaba de coronarse campeón mundial. “Es la rutina que más me gusta y en la que más fácil se da todo; desde muy pequeño siempre me ha llamado la atención y lo he hecho bien, por eso me gusta más”.

Quiere ser medallista olímpico, eso lo tiene metido en su cabeza. Se había ganado una beca para ir como invitado a las pasadas Olimpiadas de Tokio, pero la pandemia por la covid-19 se lo impidió.

Sabe muy bien lo que implica ser atleta de alto rendimiento, algo que define como “muy complicado porque no se tiene una vida normal, se sacrifican muchas cosas, los entrenamientos son duros, necesito buena alimentación, no hago mucha vida social, me acuesto temprano todos los días, hay que tener esa disciplina para poder alcanzar los objetivos”.

Tras terminar su bachillerato quiere estudiar Licenciatura en Educación Física, su proyecto es ser entrenador para aportarles a los más pequeños, como lo hace Jairo Ruiz en Norte de Santander.

A pesar de su corta edad –16 años– y como referente de algunos niños, les dice que hagan deporte, que este ambiente es “muy lindo porque te permite conocer muchas personas buenas, países y nuevas culturas”. Así piensa este joven campeón, salido de Cúcuta y orgullo de Colombia.

Wilson Díaz Sánchez

Comunicador social periodista de la U. de A. Sigo el fútbol profesional y aficionado, la gimnasia, el voleibol y las otras disciplinas del ciclo olímpico. Redactor de El Colombiano

Te puede interesar

Las más leídas

Regístrate al newsletter